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Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan

Del infierno a la paz

Por Aquilino Cotes Zuleta

Estar metido en el mundo de la drogadicción no solo te lleva a la esclavitud de una vida azorada e inmunda, también te transforma y te atrapa en la pérdida de valores; te aparta de la sociedad productiva, del entorno familiar y conduce al ser humano a la peor degradación.

El tema de la drogadicción no es solo un problema de la persona que consume sino del que la produce y la comercializa. Ahí también hay un problema de corrupción de las autoridades, de nuestros mandatarios y del entorno familiar porque permiten la  proliferación de la droga a cambio del poder económico, de poder social y del poder político.

Hay miles, por no decir millones, de ejemplos clásicos de grandes personajes de la historia de la música, de las artes, de las humanidades, de la academia y del deporte no solo en el mundo sino en Colombia  que han padecido de la adicción a la droga.

En Valledupar, tenemos muchos ejemplos de tan oprobiosa elección entre intérpretes de la música vallenata que han sido protagonistas de diferentes situaciones anómalas y hasta delictivas por estar sumidos en la drogadicción.

Sin embargo, hay un caso excepcional que mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan citan hoy como ejemplo fundamental en la recuperación  de una persona que padeció en carne propia los rigores de la drogadicción.

Se trata del acordeonero Wilber Mendoza Zuleta, hijo del Rey de Reyes Nicolás Elías “Colacho” Mendoza Daza y Fanny Zuleta, ambos fallecidos.

Wilber, hijo único del matrimonio de “Colacho” y Fanny, entró al mundo de la drogadicción poco después de la muerte de sus padres. “Empecé a buscar una compañía equivocada. Sentía que la droga me llenaba el vacio que tengo por la muerte de mis padres, pero estaba plenamente equivocado”, sostiene.

Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan fueron a su casa en el barrio Obrero, en la misma vivienda en que nació y se crió y en donde se afirma que aún se escuchan las notas magistrales del acordeón de “Colacho” y el canto de Rafael Escalona:

Entristecido quedó Escalona

porque Fanny se llevó a Colacho

mire va vestida de blanco

con su velo y su corona

 

Ahí, en donde murieron sus padres, una de las casas que era la más visitada en épocas del Festival Vallenato y hasta donde llegaban los acordeoneros: Emilianito Zuleta Díaz, Juan Carlos Ovalle, Alfredo Gutiérrez, “Cocha” Molina, “Chiche” Martínez, Ovidio Granados, “Beto” Villa, Israel Romero, Jesualdo Bolaños, entre otros, a buscar el consejo musical de “Colacho”, vive Wilber Mendoza.

“En cada paso y cada mirada que doy en los cuartos y en el patio siento que mi papá y mi mamá me llaman, me abren los ojos y me hacen sus recomendaciones”, afirmó.

 

“Empecé a buscar refugio en la droga. De día y de noche estaba sumido en ese mundo perverso y endemoniado. Había personas que me empujaban a seguir ahí, en el infierno”, reitera.

 

Otros como Darío, “El Turco” y  Roberto Pavajeau; “Poncho” Zuleta, Ricardo Gutiérrez, Farid Ortiz, “Chichí” Quintero, Jaime Pérez Parodi, Isaac “León” Durán, Javier Fernández Maestre, Celso Guerra y sus vecinos del barrio lo aconsejaban para que se saliera del vicio.

“No le hacía caso a nadie, estaba como embrujado y empecé a aislarme por mi propia cuenta”, sostiene y añade: “no es nada fácil olvidar los recuerdos de mis padres. El hombre músico y de virtudes que fue mi papá y la mujer ejemplar que fue mi mamá”.

 

Toca Colacho, toca

que tú tocáis bonito

ahí le mando a Emilianito

un saludo con mis notas

 

Pero valieron más las ganas por vivir y afirma que ha salido de ese infierno. “Ahora soy el verdadero Wilber Mendoza Zuleta. Ya no hay mas droga en mi vida. Recuperé los valores que tenía perdidos y estoy en la búsqueda de la vida, de la gente que cree en mí, de mi dignidad y la de mis padres”, sostiene.

 

Hoy tiene –nuevamente- al acordeón en su pecho y cada tarde practica juiciosamente con su conjunto: Aníbal Alfaro en la caja y Wilman Jaimes en la guacharaca. Ya se inscribieron para participar en el 45º  Festival Vallenato.

Mientras tanto, el Rey Vallenato, Ever Jiménez Springer inscribió en el concurso de Canción Inédita el paseo “El Elegido”, en homenaje  a Wilber Mendoza Zuleta, por el milagro en su recuperación, por su grandeza en el folclor y porque tiene toda una vida por delante. Hasta la próxima semana.

 

tiochiro@hotmail.com

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