El aislamiento social, el lavado minucioso de manos con jabón, el uso de mascarillas y otras medidas complementarias ampliamente recomendadas, sin duda alguna, son indispensables para la prevención de covid-19; sin embargo, el apartamiento total de los infectados es imposible, me refiero a que sería inhumano abandonar a los contagiados, especialmente los graves y críticos.
En consecuencia, considero que nuestras autoridades no han dispuesto el distanciamiento social adecuado; es decir, han sido cortas las medidas impuestas, para no decir mezquinas.
En el fragor por la pandemia, los administradores del hotel Tequendama de Bogotá lo propusieron como alternativa hospitalaria, a lo cual, el presidente Duque respondió: “El hotel Tequendama de Bogotá será utilizado para la atención de pacientes de covid-19 de ser necesario”. Ante tal posibilidad y teniendo en cuenta la desocupación de todos los hoteles del país por la parálisis del turismo, estos deberían utilizarse para albergue de los profesionales y trabajadores del sector salud que atienden a los pacientes con covid-19, mientras dura la pandemia, incluso lo divulgué a través de WhatsApp, ya que esta medida evitaría contagiar a sus familias y a transeúntes.
También pensé que los hoteles y similares podrían servir de albergues para los contagiados no graves y para los asintomáticos, porque así se aplanaría más la curva de la propagación del coronavirus, que dejando a estos infectados en sus domicilios (aunque sobra decirlo, es mejor aclarar que los enfermos recuperados irían dejando habitaciones para otros contagiados). Estas medidas impiden el colapso hospitalario, además reducen la cantidad de contagiados y, por ende, el número de muertos.
El alargue de la cuarentena hasta el próximo 11 de mayo, permitiendo la actividad de la construcción, la manufactura y el ejercicio a la intemperie para desahogo del encierro prolongado, conlleva alto riesgo de contagio, si se implementara con la anterior medida y realizando pruebas de covid-19 a los trabajadores de estos sectores económicos y a los transeúntes callejeros se disminuiría la infestación por el letal coronavirus.
A la gente se le recomendó permanecer en sus lugares de residencia, salir solo en caso de extrema necesidad, hacer ejercicios dentro de las casas, comer bien en poca porción (hacer buena dieta), hidratarse, entretenerse leyendo, con juegos hogareños, no ver tantas noticias sobre los estragos del virus; en fin, tener paciencia con suficiente resiliencia o voluntad.
Otra sugerencia importante es que, por favor, no tener en cuenta supuestos hallazgos de la cura del covid-19, todavía no hay guarismos estadísticos que los acrediten. Nada de ingerir aspirina con el propósito de evitar la trombosis de la coagulación intravascular diseminada, esto le puede ocurrir a los contagiados con enfermedades concomitantes proclives a la tal coagulación por la reacción inflamatoria corporal contra el virus. No automedicación con hidroxicloroquina y antibióticos. Solo tomar o aplicarse los medicamentos formulados por los facultativos profesionales si se padece enfermedades crónicas, no tomarlas podría ser fatal. Confiemos en que esta epidemia pase en corto tiempo y los científicos logren materializar la vacuna en el plazo correspondiente.