El compositor vallenato y médico Fernando Dangond Castro hizo la canción ‘Cautivo en tus redes’, incluida en el álbum ‘Por ella’, de los Hermanos Zuleta. Aún no había redes sociales como hoy, pero el amor lo enredaba en aquellos tiempos juveniles.
Con el mismo título, ‘Pello’ Osorio con Dagoberto y ‘Farucho’ Ortiz, grabó otra, pero este autor terminó enredado en las redes religiosas y se apartó de la música tradicional vallenata. Se enredó en otra cosa.
A comienzos de año, la revista Selecciones del Readers Digest reeditó su primera edición en español de diciembre de 1940, donde dos periodistas gringos, L. Hemingway y A. Jenkinsson, titularon su artículo ‘Curioseando por el Caribe’. Como los tiburones, el otrora gobernador isleño Guillermo Ruiz Rivas se quejaba del olvido de la isla, hoy reconstruida luego del huracán en menos de cien días por el gobierno actual. Y sí, curioseando ando por las redes, enredándome como bulto de anzuelos por el país tuiter, como dice un colega adicto al pajarito azul, y de pronto a las pastas del mismo color.
La gran autopista de la información y cultura que es Internet, también tiene su recua de personas, cabalgando con textos y notas, cuya importancia es muy discutible, solo que en mi caso no discutiré con absolutamente nadie. Veamos algunos…
¿Cuánto tiempo falta para que termine el gobierno Duque? Pregunta una pilosa tuitera local. Hoy celebraremos el día del manatí, un animal grande como su aporte a la diversidad, dice la cuenta del Minambiente. Luis Guillermo Plata, embajador de Colombia en España, se disculpa por usar el término “neutro” para referirse a escritores, que según ellos fueron “negreados” por tener puntos de vista distintos al gobierno al no invitarlos a la feria del libro. La ministra Karen Abudinen pide explicación a La RAE, Real Academia Española, si fue cierto que su apellido entró a formar parte como sinónimo de estafa, un verbo que inventaron en una semana los medios de prensa por el escándalo del MinTIC.
Ni tanga ni cacheteros, dijo María Fernanda, una influencer paisa para decir cuál es su gusto en ropa interior a sus 12 millones de seguidores desesperados por saber colores, olores y marcas. Otro periodista vallenato escribió en su cuenta preguntándose la cifra exacta de cuántos platos, calderos, ollas, pocillos, jarras, vasos, potes, cucharas y demás utensilios de cocina había lavado en sus treinta años de matrimonio…
Entonces vienen las reacciones y las respuestas. Algunos tan pendejas, torpes, bobas, inútiles como las mismas preguntas. ¿Por qué carajos no se toma el tiempo la tuitera y cuenta los días faltantes al gobierno? ¿No sabe restar, a pesar de que su móvil tiene calculadora? ¿Qué tanto aporta un manatí ante el desastre causado diario por el hombre a la naturaleza? Qué diablos significa un grupo de escritores neutros, si ya existieron La Gruta Simbólica, Los Pánidas, los Nadaístas, el grupo Mito, el grupo de Barranquilla, los piedracielistas, acaso quieren que tiren de nuevo piedras al cielo. ¿O a Cielo? ¿Pero a quién puede interesarle la cifra de calderos lavados por el periodista en su casa, acaso para que sigan su ejemplo y se arme de nuevo el bochinche de quién debe lavar los platos en la casa?
Sí, también existe una autopista de la tontería, de la novelería, y esa debe ser tipo 4G o 5G. Dudo que estas personas logren ubicar el famoso punto G, que al parecer también la pandemia desapareció…