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Red de microtráfico de drogas en Valledupar y su funcionamiento

A Yesid* drogarse solo le cuesta tres mil pesos, pero conseguir un ‘cacho’ de marihuana (dosis) no siempre le resulta fácil. A veces no tiene dinero y para él la forma de adquirirlo sin hacer esfuerzo es atracar con un viejo chopo.

Otro de los problemas que encuentra este joven de 20 años es la limitación de la venta de un ‘bareto’ (como también le dice al menudeo del psicoactivo). Para adquirirlo debe enfrentarse a una ruta que debe respetar.
“Mira nena cuando uno va a comprar tiene que conocer a los que venden porque si uno llega como si nada se ‘timbran’, o sea se mosquean, por eso no hay que dar mucho visaje y toca conseguir algún ‘duro’, que conozca la ‘vuelta’”, decía Yesid con reiterados movimientos de manos y como si su mirada no diera para estar fija por un instante.

“- ¿Pana tiene de aquello?
– ¿Qué necesita?
– Un ‘burrito’
– Parce aquí no vendemos eso. ¡Ábrase!”, recordó Yesid cuando intentó ingresar por primera vez a una ‘olla’ o sitio de venta de droga en Valledupar y fue ‘despachado’ por uno de los vendedores quien por no conocerlo le negó el psicoactivo.

“Ellos ya tienen su clientela, cuando observan personas nuevas, empiezan a analizar a aquel que quiere comprar, porque está ahí y por eso se abstienen de venderlo. Eso es una constante en ellos. Ya tienen personas destinadas para el comercio”, dijo un agente de la Sijín en Valledupar, que conoce e investiga esta clase de delito.
Sin embargo, ser o no cliente no ha sido impedimento para Yesid al momento de adquirir su dosis personal, aquella que recientemente fue despenalizada por la Corte Constitucional y que por un entendimiento erróneo tiene a más de uno consumiendo estas sustancias en cualquier sitio de la ciudad, en especial en parques, sin importar quién esté presente.

En Valledupar varios son los sitios donde existe la venta menudeada de droga. Yesid lo sabe, así como también conoce que aquel que se atreva a denunciarlos “se las ve con ellos o se las paga”, es decir podría terminar en un ‘ataúd’ en menos de cinco horas.
“Vea mi niña casi todo el mundo sabe dónde se vende la droga, pero nadie es capaz de decírselo a los ‘tombos’ (Policía), porque terminan con la boca llena de moscas”, suelta una risa burlona e intimidante. Luego dice que los Jíbaros (los que distribuyen la droga) están por todas partes, sobre todo en la periferia.

Él identificó a sitios como: El Carmen, Ciudadela 450 Años, Mareigua, Primero de Mayo, Limonar, urbanización Nando Marín, El Páramo, invasiones, 25 de diciembre, Los Fundadores, Villa Corelca, La Nevada, El Pupo, entre otros.
En la margen derecha del río Guatapurí también se evidencia esta venta ilegal como en Nueve de Marzo, Zapato en Mano, El Paraíso, Pescaito, Cola de Caballo.

Estos lugares son catalogados como zona roja. Varias personas han muertos por supuestas peleas de territorio de jíbaros, quienes al parecer tienen delimitada la zona. Algunos habitantes manifiestan que tanta es la zozobra que se genera en la zona que ni los mismos policías pueden entrar solos al lugar. En octubre de 2014 fue asesinado en este sitio el patrullero Jhonatan Ferney Ortiz Sarmiento, de 24 años. Se desconocen los motivos.
En un recorrido por este sector, el grupo periodístico de EL PILÓN intentó ingresar a una de estas zonas pero fue advertido por los habitantes, quienes dijeron “de esa esquina para allá no ingresen porque si salen lo hacen sin ropa”.

El consumo y el delito están ligados

Según expertos, existe una relación alta entre el consumo de drogas (lícitas e ilícitas) y la comisión de un delito.
Según el informe ‘Microtráfico y narcomenudeo, caracterización del problema de las drogas en pequeñas cantidades en Colombia’, del Ministerio de Justicia, el 42 % del total de los infractores de la ley consumieron alcohol; 18 % marihuana; 8,6 % cocaína y 8,8 % basuco.

Igualmente, el estudio encontró que el homicidio doloso es el crimen que mayor participación tiene con el uso de drogas: más del 80 % de los casos de homicidio están asociados con el alcohol. La marihuana aparece asociada con más del 40 % de los casos de hurto simple y agravado, y del tráfico de drogas y venta de drogas en pequeña escala. La cocaína por su parte, se relaciona con la mitad de los casos de secuestro extorsivo y el basuco con casi el 60 % de los casos de venta de drogas a pequeña escala.

“Existen circuitos del negocio de la drogas en algunos sectores donde se crean vínculos económicos con dueños de establecimiento de diversión, de ejercicio de la prostitución, hostales, moteles y residencias para expender la droga como parte del escenario de la rumba o de los servicios que ofrecen los jíbaro y campaneros en dichos establecimientos. De igual forma existen relaciones de tipo económico con otras poblaciones conforme a la utilidad y funcionalidad de las actividades que realizan como los vendedores ambulantes, los taxistas quienes incorporan a sus actividades la venta de la droga”, dice en el texto.

Venta de droga, un negocio rentable

En Colombia el consumo de droga ha tenido un incremento en los últimos 12 años, aumento que se ha dado en todas las edades, géneros, estratos y tipo de ocupación, según lo indicó el informe del Ministerio de Justicia.
Ese documento relata que esta actividad ilegal genera grandes repercusiones sociales y económicas en el país.
En el 2007 el estimativo de marihuana consumida en Colombia fue de aproximados 991 toneladas y 19,9 toneladas de cocaína, cantidades calculadas con los precios pagados por los consumidores que arrojan un ingreso brutal anual de las dos sustancias de más de un billón de pesos colombianos.

De acuerdo el Observatorio de Drogas de Colombia y el Reporte mundial de drogas de las Naciones Unidas, Colombia es líder de incautaciones de cocaína en el mundo.
El Ministerio de Justicia afirma que en efecto, el país contribuye en el 8 % del total mundial de las incautaciones de cocaína.
Por su parte, la Policía Nacional ha desarrollado protocolos de interdicción de drogas ilícitas basadas en la experiencia de más de tres decenios en operativos de interdicción.

¿Qué se ha hecho para contrarrestar la problemática?

El jefe de la Sijín del Comando de Policía Cesar, Edwin González, dijo que continuarán con los operativos en todo Valledupar y en todos los lugares para contrarrestar el microtráfico como acción delictiva.
“De igual manera estaremos adelantando campañas de prevención y educación para contribuir a que este flagelo desaparezca de Valledupar. Necesitamos el aporte de la comunidad para que de manera conjunta podamos tener una ciudad libre de drogas”, expresó.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.co

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