Falta un poco más de un año, para las elecciones territoriales en el país. En Valledupar despunta una recua de candidatos para la alcaldía, por lo que debo advertir, lo que se ha constituido en un negocio, el montaje de una campaña política y, posteriormente, desmontarla para adherir a la candidatura con serias opciones de ganar. A esta situación hay que ponerle control, ese cuento de la afinidad programática, no es otra cosa que un negociado.
El ejercicio de la función pública, requiere que las habilidades y los valores se constituyan en un proceso de aprender y desaprender diariamente. Ese es el propósito del servicio público moderno, montado en los criterios de cumplimiento de metas y materialización de productos, mediante la ejecución transparente del presupuesto. De este modo, sería interesante que el Departamento Administrativo de la Función Pública, tuviera facultades para realizar una especie de examen a los candidatos, como requisito preponderante para lograr el aval de su organización política, naturalmente, con la auditoria de organizaciones ciudadanas. Los ejes temáticos podrían ser movilidad, servicio público de transporte, cultura ciudadana, educación, salud, seguridad, desempleo, medio ambiente, la situación de migración de venezolanos y una visión holística de la ciudad del futuro.
En nuestro territorio los proyectos políticos no pueden seguir sustentados en la capacidad retórica de los candidatos. Los procesos administrativos actuales, el acceso a la información, el tratado del gobierno digital y la comunicación a través de las redes sociales, indican que además de la formación profesional y la experiencia, ser íntegro es una condición inalienable, y contextualizado de la información estadística y cuantitativa son competencias necesarias que debe poseer un candidato. Separarse de estas realidades comunican con la improvisación, desconectan la planeación con los términos de ejecución y los equipos de trabajo que hacen parte del gobierno, desarrollan labores de cortesanos para sostener el ego del jefe (el alcalde), en vez de empujar la importancia de los avances en la gestión y los logros de los resultados y metas propuestas, en los tiempos y recursos previstos, asimismo, evaluar el impacto de los efectos deseados para la sociedad.
Señores precandidatos a la Alcaldía de Valledupar, no tenemos una ciudad competitiva, sino confundida en sus problemas, por eso, nos asiste a los ciudadanos, inmunizarnos con convicción, para repeler candidatos que aspiran gobernar la ciudad sin conocerla, sin la formación suficiente, ni resultados tangibles en la administración de lo público.
Por Luis Elquis Díaz -@LuchoDiaz12