EL TINAJERO
Por José Atuesta Mindiola
El máximo reconocimiento de la Nación a la cultura del departamento del Cesar, lo hace el Congreso de la República a través de la Ley 739 de 2002 (26 de abril), la cual declara Patrimonio Cultural de la Nación el Festival de la Leyenda Vallenata. Y también, establece en el literal C, del artículo 3, que el Ministerio de Educación Nacional creará la Cátedra Valores y Talentos Vallenatos “Consuelo Araujo Noquera”, de obligatorio cumplimiento en los colegios públicos y privados del departamento del Cesar, a nivel de la educación Básica Primaria.
En vista del poco interés del Ministerio de Educación para darle cumplimiento a este literal, el año pasado la Asamblea del Cesar aprobó, por gestiones del diputado Hilario Añez Martínez, la Ordenanza 0000026 del 27 de abril de 2011, por la cual se crea la Cátedra Vallenata y se autoriza al señor gobernador para implementarla a nivel de la enseñanza básica primaria y secundaria en las instituciones educativas del departamento. La “Cátedra Vallenata” inicialmente fue concebida como proyecto académico transversal, con las asignaturas de artística, literatura e historia regional. Si bien uno de los objetivos es preservar la música vallenata, no es ese el único; en el artículo segundo, la mencionada ordenanza autoriza al señor Gobernador del Cesar para crear un grupo interdisciplinario con dominio en los saberes de historia regional y de música vallenata, a fin de diseñar el programa e institucionalizarlo en los centros educativos del departamento. Significa entonces que, para la implementación de la ordenanza se precisa reglamentar y establecer unos programas de ejes temáticos y contenidos básicos. Y por supuesto, se debe tener en cuenta la diversidad cultural de las subregiones, para reafirmar nuestra identidad regional.
Los avances en la creación de la “Cátedra vallenata” fueron reconocidos por el Ministerio de Cultura. En oficio del 12 de octubre de 2011, dirigido por Guiomar Acevedo Gómez, director de Artes del Ministerio, a la secretaria de educación del Cesar del momento, Virginia Cruz de Gómez, le manifiesta su complacencia de que se haya iniciado el proceso de socialización de la Ordenanza que da origen a la creación de la Cátedra. Y le recomienda que se articule con la Coordinación de Cultura del Cesar y con los directores del Plan Nacional de Música para la Convivencia- PNMC-, donde que desde del 2004 se vienen desarrollando los procesos de formación, dotación y gestión en el área de músicas tradicionales, con cobertura en los municipios del departamento. Además, sugiere que la conformación del grupo interdisciplinario sea de siete miembros: un compositor, un intérprete, un representante de los festivales, un experto en educación musical, un historiador, un sociólogo, un etnomusicólogo o antropólogo. Con este grupo de expertos debe existir otro de acompañamiento institucional, para fortalecer el compromiso ético con el proyecto, donde primen los intereses comunitarios sobre los individuales. De lo anterior se infiere que la “Cátedra” no sólo es para la enseñanza de la música vallenata, a pesar de ser la expresión musical folclórica que identifica al departamento y a Colombia. En suma, es la Cátedra del Patrimonio Cultural del Cesar y su implementación debe ser opcional y gradual, no obligatoria para las instituciones educativas.