Aunque hace dos años se encuentra fuera de la Cárcel Judicial de Valledupar al ser beneficiado con detención domiciliaria, José Julio Peralta, reclama la mejoría de los servicios de salud que prestan a los internos.
Julio Peralta contó a EL PILÓN que, en medio de una salida que hizo a una entidad financiera el 29 de junio del año anterior, sufrió un atentado que hoy lo mantiene en estado de invalidez, debido a la afectación que recibió su médula espinal. En ese momento, contaba con los servicios de salud de Caprecom, entidad que entró en liquidación y tenía a su cargo la atención en los diversos centros de reclusión del país, sin embargo él podía cancelar los servicios en la Nueva EPS, a través de la cual se ha venido atendiendo su afectación de salud.
Sin embargo, por una razón desconocida la Nueva EPS dejó de prestarle los servicios de salud en febrero de este año, por lo que buscó la asistencia de Fiduprevisora, entidad que luego de la liquidación de Caprecom, asumió la atención en salud en las cárceles, “pero Fiduprevisora me di cuenta que no tiene ni la capacidad financiera, ni logística ni humana para tratar la salud. En Valledupar no tienen ni un solo funcionario ante quien elevar una solicitud”.
Según el detenido, que ya estuvo recluido en ese penal antes de recibir la casa por cárcel denunció que “en el centro penitenciario no tienen directamente a un funcionario de Fiduprevisora que trabaje ahí, se comunican vía telefónica, entonces están corriendo un peligro los detenidos de la Cárcel Judicial. Además, el consultorio que tienen es muy reducido, y hay personas que tienen VIH, otras tuberculosis y todos están mezclados. No hay ni acetaminofén, y eso es lo mínimo, no hay camilla, ni un colchón de servicio”.
El denunciante aseguró que ya hablado con 22 funcionarios diferentes en búsqueda de una solución a la falta de atención de Fiduprevisora, pero las respuestas no han sido las esperadas.
“Pasé un derecho de petición a la directora de la cárcel y lo que me respondió es que me prestaban el servicio de Urgencias en el Hospital Rosario Pumarejo, y que la Fiduprevisora estaba en un periodo de transición, pero no pueden estar así porque ellos licitaron y en los pliegos debieron haber dicho que tenían la capacidad para atender a los internos”, afirmó.
Actualmente, este detenido necesita una atención especializada, que consiste en curaciones diarias por escaras en el cuerpo, ayudas para su movilización, medicamentos para evitar una trombosis por la inmovilidad, así como terapias físicas.
Por lo anterior, son diversas las comunicaciones que ha entablado con órganos como la Defensoría del Pueblo y la Personería Municipal, que hasta el momento no han podido colaborarle.
Problemas serios de atención
En diálogo con este medio de comunicación, Claudia Zuleta Murgas, secretaria de Salud Municipal, señaló que “tenemos problemas serios para la atención de los internos. Cuando el Inpec buscó EPS para que asumiera la salud en los penales, ninguna quiso”.
Reconoció la funcionaria que Fiduprevisora no sería la entidad preparada para la prestación de servicios de salud, “sí se han presentado retrasos en cuanto a la atención. Nosotros como entidad que tenemos la labor de inspección y vigilancia, ya hemos enviada varias quejas a la Superintendencia de Salud y los organismos de control para que nos acompañen a ver qué pasa con la población reclusa”, acotó.
Hoy en día, Fiduprevisora tiene contratados los servicios de primer nivel con médicos que asisten a la Cárcel Judicial, mientras que el segundo nivel es atendido en el Hospital Rosario Pumarejo de López. EL PILÓN intentó dialogar con directivas de Fiduprevisora, sin embargo señalaron que no podía entregar ninguna información al respecto.
Según el detenido, Fiduprevisora no está prestando los servicios de salud debidamente en la Cárcel Judicial.
Por Jennifer Del Río Coronell
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