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Recicladores temen que los ‘echen a la basura’

Un grupo de recicladores protestó ayer en la plaza Alfonso López de Valledupar.

Luz Marina Escorcia tuvo su peor noche. No durmió pensando en qué hacer si su labor de recicladora la echan, literalmente, a la basura.

Es el único medio de sustento para ella y sus dos hijos de ocho y cinco años, quienes viven de una manera infrahumana en una humilde vivienda del barrio Nueve de Marzo de Valledupar.

En un lugar en donde la desidia del Estado es cada vez mayor y las condiciones sociológicas reflejan el deterioro social, Luz Marina se levanta todas las mañanas a ponerle el pecho a una labor que le sirve para ganarse 15 ó 20 mil pesos diarios.

Cartones, vidrios, latas y otros desechos son sus principales aliados, a veces ante la mirada indolente de muchos que miran con asombro el oficio de los hombres de la calle, muchos de ellos de apariencia indigente, pero con el afán de llevarles el pan de cada día a sus hijos.

Luz Marina es una de los casi 7 millones de desplazados por la violencia en Colombia. Hace 13 años encontró refugio en Valledupar huyendo de las balas asesinas que todos los días ponían un muerto en el barrio El Polvorín de Ciénaga, Magdalena.

Todos los días recoge casi 20 kilos de material de desechos para venderlo en una recicladora del centro. No importa si tiene que ir a los lugares más recónditos de Valledupar, para ella lo importante es la comida de sus hijos.

“Yo recorro a pie toda la galería, voy al barrio San Martín, espero que cierren los almacenes para recoger cartones, papeles y botellas, con eso hago para la comida, a veces alcanza, otras veces no”, dijo la mujer de mediana estatura que lleva dos años en esta labor.

El temor

Como Luz Marina, más de 500 familias temen que su labor desaparezca. El gremio levantó ayer su voz de protesta ante la Alcaldía de Valledupar buscando dialogar con el alcalde Augusto Ramírez Uhía para exigirle el respeto por sus derechos amparados en las leyes colombianas.

Liliana de Jesús Vergara Múñoz, una ingeniera ambiental y asesora de una de las agremiaciones recicladoras de la capital del Cesar, explicó que “lo que reclaman estos trabajadores es que les reconozcan el derecho al trabajo, amparado en el decreto 596 de 2016 del Ministerio de Vivienda y el acto 275 del 2011 de la Corte Constitucional que respalda este oficio, ellos están esperando la entrega de unos recursos de la Alcaldía, además Aseo del Norte hace la labor de los recicladores que son personas y familias vulnerables. Esta empresa está diseñada para recoger desechos domésticos como las basuras que se generan en los hogares y no los materiales reciclables como vidrios, papel, cartones o latas. Ellos (recicladores) tienen miedo que el alcalde los abandone, en un momento le ofrecieron unas carretillas pero hasta ahora no se ha dado”.

Las agremiaciones

En la actualidad, en Valledupar funcionan cuatro agremiaciones recolectoras de este tipo de material: Coorrenacer, Recsol, Videcco, Tu Ríes, Ciudad Sostenible, Amigos Medio Ambiente, Comarsa, Conservar y Acorren.

El reciclaje en Valledupar proporciona empleo y sustento a más de 500 familias, a diario se efectúa la recuperación de más de 5 toneladas de materiales aprovechables. Esta actividad que se desarrolla en Colombia desde hace más de 80 años y representa la conciencia social, ambiental y el valor arraigado de las personas de luchar por las condiciones de vida digna, la estabilidad económica, además el sustento de muchas familias de esta ciudad. Sin embargo, ese trabajo hoy sigue sin ser reconocido ni valorado, reclaman.

Mientras eso sucede en Valledupar, en Santa Marta entró en funcionamiento el sistema de recolección de basuras contenerizada, siendo la ciudad pionera en el país en la implementación de este  mecanismo.

Con esta nueva implementación pasará a un segundo plano la acumulación de basuras en la puerta de los inmuebles y evita que la brisa la rieguen o algunos animales las manipulen. Además permite a los usuarios sacar los desechos a la hora que quiera. “Ahora se va al contenedor más cercano que en ningún caso va a quedar a más de 80 metros y puede depositar su basura a cualquier hora del día”, dijo el alcalde Rafael Martínez en una entrevista con El Heraldo de Barranquilla.

Una protesta similar se llevó a cabo ayer en Bogotá en donde decenas de recicladores realizaron un plantón en contra del Distrito, alegando que los quieren excluir en la licitación del nuevo esquema de aseo. Además, rechazan la opción de que contenedores recojan material que ellos recogen a diario.

¿Qué dice Aseo del Norte?

Sobre el tema, el gerente de la empresa Aseo del Norte, Cristian Martelo, aseguró: “No es cierto que le estamos quitando mercado a los recicladores, nosotros tenemos un mercado propio en el servicio de residuos no aprovechables, hay un tema de mercado que no es exclusivo y no le estamos vulnerando sus derechos, no hay un competidor diferente a las cinco o seis cooperativas que existen en Valledupar, aunque reconozco solo tres que están registradas ante la Superintendencia de Servicios Públicos”.

El funcionario detalló que entre los recicladores hay una serie de imprecisiones. “Ellos hablan de generar cinco toneladas al día, incluso, es un absurdo. No estamos interesados en quitarle mercado a ellos, el tema del servicio de aseo tiene varias aristas, entre ellas el aprovechamiento del material reciclable que debe estar acorde a lo que establece el Plan de Gestión Integral de Residuos sólidos en Valledupar”, concluyó.

 

Nibaldo Bustamante/EL PILÓN

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