Simpatizantes del presidente Álvaro Uribe, marcharon ayer en al menos 10 ciudades del país para agradecer al Mandatario la labor realizada durante dos períodos consecutivos de gobierno que concluyen en agosto.
El promotor de las caminatas, el empresario Alexander Vargas, dijo en entrevista telefónica que las marchas se realizaron en Bogotá, Medellín y Cali, entre otras ciudades y coincidieron con el cumpleaños 58 del Mandatario.
Uribe recibió una serenata de un trío que entonó el Cumpleaños Feliz y varias tonadas locales en Medellín, donde encabezaba la presentación del balance del Ministerio del Medio Ambiente a lo largo de su gobierno.
El Presidente agradeció el gesto y ratificó uno de los muchos propósitos que ha anunciado para después que deje el cargo: que será “cooperante” o informante de la fuerza pública, dando datos de cualquier actividad de grupos ilegales.
“Yo le voy a pedir al presidente electo Juan Manuel Santos, que me permita, desde la noche del 7 de agosto, cuando regrese al bello oficio de simple ciudadano de Colombia, participar como cooperante de la Fuerza Pública”, dijo Uribe, citado en una nota divulgada por la casa de gobierno.
“No voy a portar sino un arma: un teléfono celular, que es lo único que necesitamos los cooperantes para estarles informando a las autoridades y ayudar a derrotar el crimen”, agregó Uribe
Vargas dijo que la iniciativa de las marchas surgió en febrero, luego que una alta corte fallara contra la posibilidad de que Uribe buscara un tercer mandato en los comicios de mayo.
“Queremos destacar lo bueno, todo lo que él cambió a Colombia”, dijo Vargas al ser consultado sobre su postura por denuncias de corrupción en el gobierno, vínculos de algunos aliados de Uribe con paramilitares o violaciones a los derechos humanos en las filas de la fuerza pública.
Uribe deja a Colombia “con problemas como cualquier otro (país), pero hace nueve años el país era otro totalmente diferente”, señaló.
La oposición, como partidos políticos y activistas de derechos humanos, admiten que en los últimos años se han reducido los secuestros y los homicidios. También reconocen que el gobierno ha hecho retroceder a grupos ilegales armados como las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Pero critican la desmovilización de paramilitares promovida a inicios de década por el gobierno y aseguran que esas bandas persisten y siguen asesinando, mientras cuestionan los enfrentamientos de Uribe con el Poder Judicial, entre otros.