En pleno apogeo de “La salchipapa”, como fue bautizada de manera peyorativa recientemente esa vertiente del vallenato nueva ola, creo que ya nadie esperaba que en la versión 47 del Festival Nacional de Compositores de San Juan del Cesar, La Guajira, se fuera a elegir como compositor del año al autor de Señora, Benditos Versos y Ausencia Sentimental. No me digan que esto es algo natural y obvio, porque no lo es; estamos en la época de las redes sociales y las plataformas virtuales, no en aquella del vinilo, el casete y las emisoras en am. La música que le gusta a la juventud de ahora no es precisamente la que contiene poesía, ni la que narra historias, sino aquella que les distrae con sonsonetes y mensajes libidinosos.
Ese premio para el actual presidente de nuestra querida Sociedad de Autores y Compositores de Colombia- Sayco, es un mensaje muy elocuente y directo tanto para los compositores vallenatos de la vieja guardia, como para los nuevos, e inclusive, también para aquellos que pertenecieron a otras corrientes y en busca de mantenerse vigentes decidieron adaptarse a los gustos de las nuevas generaciones.
Que sean los medios de comunicación y en especial periodistas de farándula vallenata quienes tienen la responsabilidad de nominación y escogencia del ganador, le da un significado más especial a este galardón que en San Juan del Cesar se le entregó a “Rafa” Manjarrez. ¿Cuántos y cuáles fueron los compositores especialistas en la música que se escucha por esta época que fueron nominados y derrotados por un señor que ya llegó a la edad de adulto mayor?
La respuesta a esta inquietud nos tiene que llevar a colegir o por lo menos a inferir que la estructura del vallenato clásico y poético aun hace éxitos. Estoy seguro que las canciones que le grabaron a “Rafa” en el 2024 y que sonaron y seguirán sonando en emisoras convencionales, en los equipos de sonido de las calles y las casas, pero también en las redes sociales y plataformas virtuales, no serán de aquellas que se queman en el horno o que son flor de un día. Ellas tienen contenido digno de analizar, como hacíamos en las décadas de los 80 y 90.
También estoy seguro que no fue el presidente de Sayco quien buscó o acosó a los intérpretes para que le grabaran esas canciones, conociendo como conozco a Manjarrez, debieron ser los intérpretes quienes solicitaron escuchar su música y sin presión alguna quienes decidieron grabar esos temas.
Qué bonito y significativo para el auténtico vallenato que un compositor que se mantiene fiel a su estilo logre después de más de 40 años de vida artística ser premiado como el compositor del año. A mí personalmente me ilusiona y me da esperanzas. El buen gusto para hacer letras y melodías en el vallenato no ha perdido vigencia y aún hay quienes lo valoramos. Triple batería para un gran maestro diríamos en la masonería.
COLOFÓN: Uno de los influenciadores de vallenato, autodenominado ‘el folclorista de moda’ y quien fungió como jurado en el pasado Festival de Compositores de San Juan del Cesar, ha querido hacerse célebre a cuenta de eliminar la canción de autoría de un ministro, porque supuestamente en la letra emplea la palabra “polvo” que a él le parece vulgar o utilizada con doble sentido. En latín, “Excusatio non petita pecata manifiesta” Disculpa no pedida culpa manifiesta o, también, quien se excusa se acusa.
Por: Jorge Nain Ruiz Ditta