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Rafa… el Orozco, la historia personal y artística de una leyenda vallenata

La apócope ¨Rafa¨ pertenece a todos aquellos individuos que en la pila bautismal recibieron el nombre de Rafael, pero en la jerga popular costeña de nuestro país es la manera corta y cariñosa de llamarlos.

En nuestro caso, El Orozco, alude al cantautor vallenato inmolado el 11 de junio de 1992, Rafael José Orozco Maestre, hace 31 años. Y el artículo “el” denota el apellido que lo distingue de algunos representantes folclóricos que tiene nuestra música de acordeón. Entre ellos, y principalmente, el maestro Rafael Escalona, el compositor Rafael Manjarrez, el acordeonero Rafael Ricardo, y hasta en la contemporánea ola del vallenato, el cantante Rafael Pérez.

SUS INICIOS

Rafael Orozco, nació en el municipio de Becerril, Cesar, hijo de Rafael Orozco y Cristina Maestre. Creció entre la humildad y la pujanza de una familia trabajadora, tanto así que vendió agua en un peculiar burro, “El ñato”, al cual aludía cuando compartía anécdotas con sus amigos y colegas. Otra particularidad de Rafa, es que dicen los ancianos de Becerril, que Cristina Maestre, estando embarazada, escuchó el canto de un Doroy, una culebra descomunal que habita las corrientes de los ríos en época de invierno, y que al escuchar su canto, la mujer da a luz a un hijo cantador, según investigaciones del folclorólogo Tomás Darío Gutiérrez.

CARRERA MUSICAL

Tocó la guacharaca e incursionó en el canto con el acordeonero Luciano Poveda, en su etapa estudiantil, pero profesionalmente fue Emilio Oviedo, más conocido popularmente como El Comandante, con quien grabó dos Larga Duración para el sello Codiscos, en el año 1975. De ellos, el éxito fue “Cariñito de mi vida” tema que lanza al estrellato al desaparecido Diomedes Diaz, como compositor.

NACE EL BINOMIO DE ORO

La teoría más popularizada ha sido la del encuentro de Rafael Orozco e Israel Romero, en el cumpleaños de Lenín Bueno Suárez, periodista y compositor, en la ciudad de Barranquilla, pero también se manejan otras reseñas como la de que fue Fernando Meneses, más conocido como el compositor insigne de El Binomio de Oro, quien los presentó, puesto que vivía en el mismo edificio donde residía Israel Romero, en Barranquilla.

UNA ORGANIZACIÓN

El Binomio de Oro, significa Binomio de la Organización Romero – Orozco, y se consideró una empresa musical y administrativa en todos los aspectos. El Binomio se caracterizó por su disciplina y cumplimiento de compromisos, al único que faltaron fue al programado para Yopal, Casanare, el fin de semana posterior al asesinato del cantante. Por otra parte, la planta de músicos contaba con una nómina. Era obligatoriamente prohibido beber alcohol en las presentaciones, y la práctica del fútbol era la manera de disipar el tiempo de los músicos en grabación o antes y después de cualquier presentación, puesto que sus lideres eran fanáticos del balompié, especialmente Rafa de su Junior de Barranquilla.

Además, el Binomio se distinguió por manejar uniformes que denotaban pulcritud y respeto por su público. Se dice que siguieron los modelos de grandes orquestas internacionales como Los Melódicos, La Billo´s , La Sonora Matancera y El Gran Combo de Puerto Rico.

DISCOGRAFÍA

El Binomio de Oro grabó dieciséis trabajos discográficos, desde 1976 hasta 1992. Sus temas se particularizaron por tratar el sentimiento romántico, característico de la época que atravesaba el vallenato dentro de su evolución, pero nunca descuidaron las canciones folclóricas. Por ello se destacaron compositores como Hernando Marín (La Creciente), Fernando Meneses (Momentos de Amor), Gustavo Gutiérrez (No sé pedir perdón), Iván Ovalle (El amor es más grande que yo), Efrén Calderón (Que será de mí), Beto Murgas (La Negra), Roberto Calderón (Habíamos terminado), el mismo Israel Romero (Cha cun chá) y hasta Rafa, con tres temas, pero principalmente, ‘Solo para ti’, que lo catapultó a la inmortalidad.

LA LEYENDA

Rafa, el Orozco, se destacó en muchos aspectos, pero principalmente su imagen distaba de modelos más folclóricos, de igual manera su agrupación al lado de Israel Romero, marcaron un hito en la historia vallenata al implantar melodías con la incorporación de nuevos instrumentos a la trilogía vallenata.  Cabe destacar que fueron distinguidos varias veces con el Congo de Oro, del Carnaval de Barranquilla, especialmente en el año 1989 con ‘Qué será de mí’, de Efrén Calderón, cuando Curramba no dejaba de corear el tema que alteró los reglamentos del concurso por petición del público. Además, fueron premiados en Venezuela en el Festival Internacional de la Orquídea.  Resaltamos también la distinción de Israel Romero como Mejor Acordeonero del Mundo, premio otorgado por la Universidad de Maryland (USA) en 1988.

Así como muchos grandes artistas que parten en el momento cúspide de su carrera, Rafel Orozco fue asesinado a los 38 años de edad, particularidad que le hace conservar una imagen jovial y mediática que ha permitido que no sólo con su música se perpetúe, sino que su recuerdo se mantenga intacto en el público. La manera inesperada como partió hizo que sus dieciséis años de carrera artística lo consagraron como ídolo de multitudes más allá de la esfera mundana.

Hoy, el recuerdo de Rafa, el Orozco, se actualiza constantemente con su música y por medio de sus seguidores, quienes rinden homenaje a través de variados grupos de admiradores, fanáticos, imitadores. Con libros dedicados a su memoria y hasta monumentos, como el que se exhibe en su tierra natal.  Así mismo posee nuevos públicos, provenientes de la herencia de otras generaciones que rememoran su obra, y que con su perseverancia han hecho del personaje una leyenda de la música vallenata.

POR: MÓNICA MERCEDES CASTILLO RÍOS

Categories: El Vallenato
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