¿Es usted de las personas que se ha hecho el propósito de iniciar una dieta balanceada, en la que los dulces, las harinas y las comidas rápidas están prohibidas en el menú diario, al igual que comida en las noches para bajar de peso, y ha fracasado en el intento?
Con la entrada de la noche llega el hambre y con ella estos propósitos se van al traste. Suspender de manera definitiva las comidas nocturnas tampoco es bueno, lo ideal es implementar hábitos de alimentación sana, lo que no significa comer insípido o aburrido.
Es fundamental llegar a la noche sin mucha hambre. Se debe almorzar lo justo y en caso de ser necesario, algún bocadillo en la tarde pude hacer la diferencia. Existe la falsa creencia de que evitar las comidas ayuda a controlar el peso, cuando lo fundamental consiste en fraccionarlas, hasta cinco veces al día.
Cómo propiciar una buena cena
Es importante programar la compra de alimentos durante la semana, inclusive de manera mensual. Al llegar a casa y no encontrar que comer, todo terminará seguramente en un domicilio, que usualmente estará compuesto por comida poco nutritiva y balanceada.
En casa siempre se deben tener alimentos como verduras, frutas, yogurt natural, leche descremada o sin lactosa (según la tolerancia), queso fresco, huevos, jamón de pechuga de pavo, gelatina de dieta y aceite vegetal, que permitan ofrecer en instantes un menú balanceado.
Se debe organizar un menú semanalmente. Llegar a casa y preparar una comida, sin tener claro lo que se quiere, seguramente no tendrá el mejor resultado. Mucho menos cuando se tiene hambre; esta sensación no da espera.
Los expertos recomiendan una serie de menús para las noches, que pueden ser de gran ayuda para bajar de peso, de una manera sana y compensada:
? Crema de verduras de las que más le gusten (solo verduras licuadas); con pedacitos de queso fresco o leche descremada.
? Champiñones salteados en ajos, con filete de pechuga a la plancha.
? Ensalada de atún con tomate, tostada integral y apio.
? Tortilla de verduras, mezcladas con 4 claras y 1 huevo entero.
? Alcachofas rellenas de queso mozzarella y gratinadas al horno.
? Wrap de jamón de pechuga de pavo con queso fresco y verduras frescas.
? Ensalada de lechugas mixtas con cubos de queso fresco, tomate, huevo duro y trozos de pollo sancochado o a la plancha.
? Puré de verduras o de alcachofa (sin papa) con filete de salmón a la plancha.
? Ensalada de lechuga, tomate con lomito de cerdo.
En la mayoría de casos solo hay verduras mezcladas con diferentes carnes. Se pueden idear las combinaciones que más gusten. En caso de seguir con hambre, se puede complementar con un yogurt light, gelatina de dieta, queso fresco o enrollados de jamón de pavo.
Luego de un mes siguiendo este tipo de recomendaciones, se podrán ver los resultados no solamente con los cambios corporales, también de bienestar y descanso; una comida balanceada le permitirá conciliar mejor el sueño y tener descansos más reconfortantes