Por Aquilino Cotes Zuleta
La banda delincuencial “Los doce apóstoles” sigue haciendo de las suyas en Valledupar.
La pandilla la conforman jóvenes entre los 17 y 23 años, de ambos sexos; se movilizan en motocicletas de alto cilindraje, armados con revólveres, pistolas y cuchillos.
Ejecutan sus fechorías entre las 7 y las 10 de la noche, de lunes a lunes.
“Andan en patota, en motocicletas, con parrilleros (as). Uno los ve cuando pasan en caravana por las calles de noche, buscando a sus víctimas”, afirmó Elena residente en el barrio Flores.
“No entiendo por qué esa banda no es vista por la Policía, si cada noche cometen atracos. Inclusive, el viernes anterior que estaba prohibido el tránsito de motocicletas, por el partido de Colombia, la banda cometió varios atracos”, dijo una señora en el Centro de Estética Isabela, en el barrio Los cortijos.
Según la mujer, el viernes a las 7 de la noche aproximadamente, ella y su hija de 16 años, regresaban a su residencia en Los cortijos a bordo de su carro.
Cuando iban a guardar el carroapareció un motociclista y un parrillero, amenazándolas de muerte sino entregaban sus pertenencias.
La señora contó la tragedia aún horrorizada y todos los presentes en el salón no salían de su asombro, de la terrible inseguridad que se vive en Valledupar, en cada barrio, en cada casa, en cada esquina…
Segundos después llegaron 6 motocicletas más con parrilleros (mujeres y hombres), “jovencitos, muchachitos, todos armados.
Temí por la vida de mi hija y la mía”, añadió. Los delincuentes le pidieron el bolso y ella se apresuró a decirle a su hija que lo entregara.
Pero cada segundo que pasaba era de horror, rodeados por los delincuentes, como si fuera una película, la mujer y su hija pedían que no las fueran a matar.
La atribulada mamá se asustó mucho más cuando vio a su esposo en la puerta de la calle y los criminales lo apuntaron: “quédate quieto o te mueres”.
Uno de los criminales hizo un tiro, como advirtiéndole al esposo que se quedara tranquilo mientras atracaban.
Están dispuestos a lo que sea, recuerden como asesinaron al médico Javier Pérez De Ávila.
A los minutos partieron raudos con las pertenencias de las víctimas y más adelante trataron de irrumpir a otra casa en donde estaban aún viendo televisión en la puerta de la calle.
Pero uno de los presentes sacó una pistola y la patota huyó del lugar, rumbo al coliseo cubierto.
Los vecinos del sector llamaron a la Policía (cuadrante), pero llegó media hora después.
Cuenta la mujer que su esposo estaba muy contrariado por lo sucedido y la escasa reacción de los uniformados y por tal razón echó de la casa a los policías y no denunció nada.
Los vallenatos preguntan: “¿Es cierto que hay pandilleros motorizados que son familiares de policías? ¿Por qué tarda tanto la Policía para llegar al sitio de un atraco?Por qué resulta imposible controlar una ciudad de 450 mil habitantes que tiene solo 15 avenidas aproximadamente, por donde deambulan los criminales delincuentes y terroristas de los “Doce apóstoles”. Hasta la próxima semana.
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