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¿Qué tipo de padre es usted?

Ya es costumbre que los papás se quejen y expresen entre chiste e ironía, que a las mamás les celebran su día con todos los juguetes; desayuno sorpresa, almuerzo especial, flores, vino, regalos, y en cambio a ellos, los entretienen con un regalito y un almuerzo que ellos mismos deben pagar. ¿Por qué será?

Bien es cierto que el aporte de espermatozoides de parte de un hombre es suficiente para que un bebé se geste en el vientre de una mujer, toda vez que el cuerpo femenino se encuentra dotado para proporcionarle al embrión todo lo que éste requiere para su crecimiento, formación, nutrición y nacimiento, pero esto, sólo hace énfasis a su desarrollo físico, toda vez que para el desarrollo psicológico y afectivo, sí es necesaria la presencia del padre. ¿Y qué incide en el desarrollo psicoafectivo?

Muchas personas no creen en el tema de las energías, la buena vibra, pero si pensamos un poquito, logramos comprender que existen personas que tan sólo sintiéndolas, nos permiten sentir paz y tranquilidad, y esa sensación se genera gracias a los lazos de amor y confianza que se han creado con esas personas. Existen padres que así como depositaron su esperma y se ausentaron, creen que con comprar una casa, llenar una nevera, cancelar una pensión o pagar una cuota alimentaria, es suficiente, ya que su creencia es: “yo solo deposito y me voy, la mamá se encarga del resto”; pero, ¿qué es el resto? El resto va desde proporcionar todas herramientas para que la casa se convierta en hogar, el mercado en cenas familiares, la pensión en educación y la cuota alimentaria en un niño que no termine en el bienestar familiar, hasta proporcionar toda la buena energía, atención y cuidados para que la casa no sea un hotel, el mercado no termine en la basura, la pensión en matricula condicional y la cuota alimentaria en una visita semanal a un centro de reclusión.

Si queremos que cambien las celebraciones del día de padre, los hombres deben empezar a cambiar su creencia de que están hechos únicamente para depositar y ya, porque es preciso que no sólo los padres reflexionen, ya que independientemente de si tienen hijos o no, están inmersos en una sociedad que también necesita hombres que contribuyan, que no se tomen la ciudad de parche, que no todo sea escampadero y un mientras tanto, que al final de cuentas nada les llega, tan sólo el sinsabor de muchos depósitos, pero sin ninguna satisfacción, de sentir algo propio, que les permita quedarse, que les permita estar, que les permita pertenecer.

Si usted es un padre que sólo hace depósitos, reflexione un poquito; cada depósito es una bola de nieve, que crece y crece, y repercute no sólo en la celebración de un domingo al año, sino en la imagen del hombre la cual debe ser sinónimo de cuidar, proteger y empoderar.

María Angélica Vega Aroca

Psicóloga – Escritora

Categories: Análisis
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