Recientemente se vivió en Valledupar una multitudinaria marcha con las mujeres y sus mantas blancas como protagonistas. Mientras caminaban, desde la Casa Indígena hasta la Plaza Alfonso López, en voz alta pedían que se respetaran sus leyes y derechos dentro de sus territorios, debido a que, presuntamente, estaban siendo vulnerados desde el orden nacional.
De esta marcha masiva hicieron parte cerca de mil mujeres de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, con mayor presencia de la comunidad arhuaca.
A través de un comunicado de la Confederación Indígena Tayrona rechazaron, entre otras cosas, lo que ellas llamaron “la intromisión de las instituciones”. “Rechazamos la construcción del ejercicio dialógico desde la institucionalidad estatal y en relación con los Pueblos y comunidades indígenas, fundado en el racismo estructural y el desconocimiento de nuestros derechos al gobierno propio y la autonomía”, señalaron, esto en relación a las investigaciones que adelanta la justicia ordinaria en contra de líderes de la comunidad.
Agregaron: “Rechazamos la intromisión de la Fiscalía General de la Nación en las prácticas que conciernen única y exclusivamente a los Pueblos y que se enmarcan en el ejercicio del derecho al gobierno propio y la jurisdicción especial indígena, reconocida en el artículo 246 de la Constitución Nacional”. Este comunicado nace por el caso del cabildo gobernador arhuaco, Zarwawiko Torres, quien está enfrentando un proceso en el cual es señalado de corrupción.
“Exigimos al Estado colombiano el cumplimiento y el respeto de nuestros derechos a la autonomía, al gobierno propio y al territorio, así como los derechos ambientales que se encuentran intrínsecamente conexos a nuestras formas de vida”, concluyó el comunicado.