En Colombia, sigue el debate en relación a los recientes cambios que acontecen en la educación. Ser Pilo Paga, programa que desde hace aproximadamente 4 años “destinaba recursos del presupuesto público a financiar los estudios de jóvenes con alto nivel académico y bajos recursos en universidades privadas” será sometido a cancelación luego que el Estado defina un nuevo plan educativo. Aunque la polémica estuvo de su lado desde sus inicios, su pronto final supone desde ahora la admisión a severas críticas, tanto al programa como al Gobierno de Duque.
Ser Pilo Paga se centraba en intervenir la desigualdad permitiendo a los colombianos con mejores resultados en las pruebas de Estado, pero sin capacidad económica, entrar a las mejores universidades del país. Además, buscaba fomentar encuentros sociales que, en otros contextos, no ocurrirían, para así combatir prejuicios, tal como lo reseña El Espectador.
Las opiniones son diversas. Entre las más severas críticas está la de María Patricia Asmar, consultora independiente y ex subdirectora del Icfes, cuando en conversación con El Espectador dijo: “Cuando se mira la lista de los bachilleres que salen de los estratos 1, 2 y 3, estamos hablando de 482.000 jóvenes. Ser Pilo Paga da entre 10.000 y 12.000 becas. ¿Qué pasa con los otros 470.000? ¿Cuál es su opción? ¿Una universidad pública que no ha crecido o el Sena, que es educación para el trabajo? No hay una solución del problema estructural en Colombia”.
Por su parte, defensores del programa aseguran que Ser Pilo paga “no pretendía ser más que una herramienta accesoria a un plan integral de educación”, agregando que la “solución de los problemas de inequidad en el acceso a las universidades era injusto”.
Aunque son diversas las opiniones todas buscan soluciones al tema del financiamiento de las universidades públicas pues continúa siendo un problema económico y social. El Ministerio de Educación considero inviable el programa por el que Santos apostó, pues no suponen factible la destinación de un 50% del rubro de la educación superior al beneficio de únicamente 40.000 estudiantes (10.000 por año), tal como lo manifestó María Angulo, Ministra de Educación, agregando: “Yo respeto y honro las necesidades de los 40,000 jóvenes. Pero hay que mirar las cifras responsablemente”.
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Al parecer, el plan educativo por el que apostará el Gobierno de Duque busca encausar el dinero al fortalecimiento de la educación pública. Según el diario Semana, dicho plan se tendrá listo en las próximas semanas. Sin embargo, desde ya hay certezas frente a la línea de acción que encaminarán la educación en los siguientes años y que no desamparará a los Pilos que están cursando sus estudios.
Dentro de los posibles cambios no se descarta la posibilidad de aumentar los cupos dentro de las universidades públicas, pues Ser Pilo Paga surgió a raíz de dicho déficit. Además, dentro de las estrategias de fortalecimiento serán tomados en cuenta todos los actores de la educación superior en pro a dar respuesta a los reclamos de la sociedad colombiana.
Lo único cierto es que Colombia “todavía está muy lejos de aportar todos los recursos necesarios para el sistema educativo”, existen todavía “demasiados pendientes en educación”. El Gobierno tiene, más que un reto, la responsabilidad de presentar al país un plan educativo que desde ya este en miras a una verdadera revolución.
Mientras tanto los 40.000 estudiantes que alcanzaron a beneficiarse se mantienen “aliviados” con la promesa del presidente Duque de seguir pagando las becas de ellos hasta que finalicen sus carreras por medio del que se llamó el programa Ser Pilo Paga.
Por otro lado, el presidente Duque manifestó: “la cobertura exige que nosotros podamos incluir más universidades públicas en un programa de gratuidad y decirles a las universidades privadas que también pongan”.