Los vallenatos han asimilado con optimismo la elección del mandatario. Se coincide en que el determinante, el gran elector – como en Cartagena, Cúcuta o Bucaramanga- fue el rechazo a la corrupción. De lo que se espera que en el gobierno del Mello Castro ni se robará ni se dejará robar, ni se pedirán, ni recibirán comisiones, a contratistas que proveen obras o servicios. No se pondrá la administración al servicio del interés particular en detrimento del bien común. Ese aspecto, el tono moral, el talante del gobernante frente a cualquier acto corrupto, será el primer foco ciudadano sobre su desempeño, lo que implicará el gobierno más transparente, informativo, participativo y claro posible. Las obras no tendrán, con buenos diseños y planeación, mayores sobrecostos; habrá eficiente recaudo de impuestos y el gasto será eficaz.
Buena hacienda pública, buena contratación y soporte legal, serán fundamentales. Sería la mayor desilusión que si el elector votó con la promesa del candidato, el gobernante se salga de ese claro mandato contra la corrupción.
Analizado el programa de gobierno con el que se inscribió el nuevo alcalde debe ser ajustado y se debe iniciar un plan de desarrollo de mejor formulación y realización.
Son otros ejes de su promesa el relativo a la seguridad y el empleo. Se espera que el alcalde sin descanso y en las calles esté cerca a la Policía, a los fiscales y a los jueces, en la prevención, investigación, captura y severo castigo de la delincuencia. El alcalde es el primer policía municipal. Con la Nación construir la Policía Metropolitana y asegurar las vías de acceso a esa sede, para la rápida distribución de efectivos en la ciudad y poblaciones cercanas.
En cuanto a la generación de trabajo se ha propuesto por expertos la creación de una Misión de Empleo, que identifique y haga seguimiento sobre medidas de generación de ingresos. El 80 % de los vallenatos no tienen empleo o los tienen precarios y no tienen dinero para cubrir sus básicas necesidades. No es suficiente hacer obras públicas para crear oficios; se deberá trabajar con los gremios productivos y la universidad. Evaluar el proyecto diseñado del Mercado Público. Desde estas páginas y con apoyo del centro de pensamiento Cesore se han hecho serias recomendaciones.
En movilidad y tráfico se requiere un esfuerzo inmenso, para que las calles en buen estado sean para peatones y vehículos y no para el estacionamiento permanente. Deberá, el nuevo alcalde, manejar con sapiencia regulatoria el mototaxismo, haciendo compatible sus promesas con el sector y las premisas de orden que quiere en la ciudad. Y hacer del SIVA una entidad dinámica y abierta que ofrezca, habiéndose mejorado las vías, un transporte de buses, no contaminantes y climatizados.
En infraestructura reconocemos sus primeras declaraciones sobre Emdupar y recomendamos que una junta con la participación de empresarios, trabajadores y expertos dirijan la primera empresa pública del municipio, para que no sea una caja menor y bolsa de empleo del mandatario de turno. Deben continuar colectores de alcantarillado pluvial, entre otros, y gestionar los estudios definitivos de Besotes. Debe el alcalde, con el recién nombrado director de Corpocesar, John Valle, hacerle seguimiento al plan de ordenamiento del río Guatapurí (POMCA) que está formulando la entidad. E iniciar el gran parque lineal de la margen derecha.
Trabajarle a la cultura y educación, a la Ciudad creativa, al centro histórico, a un acuerdo de largo plazo con la Fundación del Festival y hacer los mejores Juegos Bolivarianos.