X

¿Qué le espera al próximo gobierno? (I)

Colombia sigue avanzando en su proceso electoral en un ambiente hostil y polarizado más allá de lo conveniente para una nación con la tradición de violencia política como la nuestra, el país del Sagrado Corazón de Jesús.

Los principales sectores económicos, las grandes empresas, gremios y la ciudadanía en general, teniendo en cuenta las cifras económicas, recibieron bien la elección del nuevo Congreso de la República, que deberá posesionarse el próximo 20 de Julio. Ahora viene la elección del Presidente o Presidenta de la República, que regirá los destinos de la Nación entre agosto de 2018 y 2022.

En efecto, el dólar ha estado tranquilo, inclusive ha bajado; la bolsa de valores y las firmas calificadores de riesgo también le han dado al país un buen margen de espera. Son indicadores que reflejan relativa tranquilidad.

No obstante, el panorama económico de Colombia a mediano y largo plazo no es nada halagador y gane quien gane la elección presidencial, el nuevo gobierno tendrá que asumir muchos y complejos retos para sostener este barco y evitar que encalle donde no es o naufrague como le pasó a Venezuela.

Para citar botones de muestra: quien llegue al Palacio de Nariño, a partir de agosto de este año, tendrá que afrontar una compleja situación fiscal, derivada de una baja en los precios del petróleo y una estructura estatal cuyo costo es alto, en términos relativos, y bastante inflexible por el tema de la deuda y la planta de personal, entre otros rubros. En otras palabras, habrá una reforma fiscal que debe ir más allá de subir o bajar impuestos.

En segundo término, está el tema pensional. Teniendo en cuenta los cambios demográficos, el aumento de la expectativa de vida, el impacto fiscal y otras variables, el sucesor de Juan Manuel Santos, con toda seguridad, tendrá que asumir el tema de la reforma pensional y, gústenos o no, tendrá que revisar la edad de jubilación, las mesadas pensionales y los aportes para acceder a ese derecho que no es tan elemental como muchos piensan. Habrá también, entonces, reforma pensional.

A lo anterior hay que sumarle, administrar el post-conflicto; la situación de la salud; el problema de las cárceles y la administración de justicia, entre otros. Capítulo aparte es el tema de la lucha contra la corrupción y también la reforma al sistema político electoral que no espera más y amerita un gran acuerdo político. En una próxima oportunidad nos referiremos a otros retos.

En conclusión, el candidato o la candidata a la Presidencia que esté pensando en alguna luna de miel que se olvide…lo que tiene es trabajo y para asumir estos retos tendrá que contar con el nuevo Congreso de la República y el apoyo de la ciudadanía. De allí que es mejor ser moderado en las propuestas y no ofrecer aquello que saben que no será factible. Como dice el adagio: del dicho al hecho, hay mucho trecho.

Categories: Columnista
Carlos Alberto Maestre: