En medio de licor, música, globos blancos y tiros al aire despidieron en Valledupar a Omar Fernando Guevara, conocido como Capullo, el exfutbolista de 38 años que fue asesinado la madrugada del domingo 4 de agosto por la actual pareja de su exmujer. Los hechos se registraron alrededor de la 1:20 a. m. en el establecimiento “Don Mao”, situado en la avenida Simón Bolívar de Valledupar.
Sus exequias iniciaron a las 2:30 p. m. de este lunes 5 de agosto con una misa en la iglesia Catedral de Ecce Homo y posteriormente fue sepultado en el cementerio Jardines del Ecce Homo de Valledupar. Gran parte de sus familiares, amigos y conocidos, fueron vestidos con una camisa que llevaba su fotografía a fin de rendirle tributo.
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En el momento de los confusos hechos la víctima recibió tres heridas con arma cortopunzante: una en la parte baja del omóplato que le afectó el pulmón y dos en la espalda. Sus familiares sólo tienen conocimiento de que, al parecer, se presentó una riña, donde Capullo fue atacado por la pareja actual de su exmujer, con la que tiene 3 hijos.
“Queremos verdad y justicia para que este hecho no quede impune. Queremos que las autoridades hagan su trabajo, lo que les compete a ellos para quien tenga que ver pague”, dijo Juan Manuel, tío del hoy occiso.
Guevara es recordado por sus parientes como una persona dinámica, cariñosa y trabajadora, que le gustaba el deporte y era amante de su familia. Además, fue reconocido en Valledupar por vender mangos.
Capullo en busca de nuevos horizontes llegó hasta Estados Unidos, donde fue deportado en dos oportunidades. No obstante, tras insistir en otros comienzos estuvo un tiempo en el Tolima y había regresado a la capital del Cesar hace 5 días.