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Pulcritud

Al definir el término  pulcritud  la RAE  nos dice: característica  de la persona que actúa  con aseo y cuidado tanto en su arreglo personal como en su manera de comportarse  y de hablar. Pulcritud viene del latín  pulchritudo que significa  hermosura.

De manera coloquial el termino pulcritud, nos permite definir aquello que se hace bien  y que además  funciona como ejemplo. Pulcro debe ser el trabajo que hacen los maestros al llevar educación  a los jóvenes,  es un trabajo importante pues de ello  depende en gran medida la forma  como esa juventud debe responder  ante una sociedad  que clama equilibrio, justicia, transparencia, honestidad y desde luego  igualdad de oportunidades para todos.

Pulcra debe ser la imagen  de un político al que el pueblo  le brinda  la oportunidad de representarlo. Nos imaginamos  el sinsabor del pueblo y su concepto para aquél que sin el menor recato se presenta en condiciones deplorables: impuntual, ebrio, deshonesto;  faltándole  con esta actitud,  el respeto a aquél  que lo eligió; más perverso aún, jugando con sus derechos: salud, educación vivienda digna, recreación y oportunidades  de trabajo, para suplir las necesidades que le agobian en el día a día.

La política es  una acción que debe ser tomada como  profesión  y que desde luego merece respeto. Conocemos a más de un político, o politiquero – mejor definido –  con altas dignidades que  se pasean, pavoneándose con aires de grandeza mirando a los demás  por encima del hombro. Faltos de humildad y olor a pueblo. Pulcra debe ser la  imagen y la actitud de los padres al levantar a sus hijos, nada mejor que el ejemplo para enseñar. Sobre  los padres pesa una gran responsabilidad,  hacer familias funcionales que sean la base de una sociedad igualmente  pulcra.

Cultivar valores y promocionar principios  que nos permitan una sana convivencia fundamentada en el respeto, la decencia y el amor por quien edifica contigo. Pulcra debe ser la actitud de los funcionarios públicos, ellos son  la imagen de la eficiencia  y la eficacia, la transparencia  y honestidad.

Pero más  allá  de todo esto, importante en la dignidad del ser, pulcra debe ser la actitud  del hombre que le debe tanto a la naturaleza, al hermano con quien comparte  el mundo. No estamos solos y nos merecemos  respeto.  Nos debemos consideración  y amor. No podemos olvidar que nuestros derechos llegan justo donde comienzan los del vecino.

Dice  el papa Francisco “Vivir para los demás es una regla de la naturaleza, los ríos no beben su propia agua, los árboles  no comen su propio fruto, las flores no absorben su propia fragancia, el sol no brilla para sí mismo; quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás”  de tal manera que independientemente de lo difícil de la situación sigue ayudando, sigue dando lo mejor de ti mismo, de una manera especial… pulcra. 

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Eduardo Santos Ortega Vergara: