“… Allá en La Guajira arriba donde nace el contrabando el Almirante Padilla llegó a Puerto López y lo dejó arruinao…”
Entre los años de 1940 y 1966 Puerto López fue considerado el primer puerto libre de Colombia; ubicado sobre el Océano Atlántico, al norte de Castilletes, vecino del Golfo de Venezuela y a pocas horas náuticas de Aruba.
Por su estratégica posición geográfica fue el lugar ideal escogido por comerciantes para que por allí entrará el contrabando por primera vez a Colombia. Esta situación de privilegio convertía al pequeño poblado en el principal puerto del país.
LLEGÓ EL ALMIRANTE
Los porteños detuvieron su bonanza en 1954; año en el cual el Almirante Padilla llegó a Puerto López y lo dejó arruinado; el general Rojas Pinilla dio la orden para que el buque arribara a las costas de La Guajira y arrasara con todo lo existente allí. Mercancías procedentes de muchos países del mundo entraban exentas de impuestos y aranceles dejando grandes dividendos en las cuentas bancarias de los contrabandistas más no en las arcas del Estado.
Por Puerto López entraba todo tipo de mercancías, licores, comestibles, prendas de vestir, manteles, edredones, instrumentos musicales, oro, armas, whiskys escoceses, quesos holandeses, María Farina y perfumes franceses, calzados americanos e italianos.
Los contrabandistas regresaban sus embarcaciones cargadas de café excelso; produciendo pérdidas incalculables al estado; era tanto el grano que salía hacia Aruba que en la época fue catalogada como zona de alta producción mundial sin contar con el clima necesario para cultivar una sola mata de café.
UN PUERTO CLAVE
Puerto López tuvo incidencia binacional por cuanto desde allí se abastecían muchas ciudades de Venezuela y Colombia; era una ciudad despierta debido a la cantidad de transacciones comerciales que se realizaban de día y de noche; tenía aeropuerto propio y existían muchas casas comerciales generando riqueza y la migración hacia allí de familias guajiras que entraron en el negocio para amasar fortunas.
Uno de ellos fue José Francisco Socarrás Dangónd alias ‘El Tite’ Socarras, nacido en Villanueva en 1928, hijo de Evarista Socarrás Morales y de alguien quien no le quiso dar su apellido, Agrónomo de profesión y quien por muchos años se dedicó al negocio del algodón y de la ganadería; aprovechó un cuarto de hora en los años de bonanza como contrabandista permitiéndole acumular dinero y adoptar un estilo de vida que le permitió inmortalizarse en las canciones de Escalona.
EL OPERATIVO
En 1954 el teniente de fragata Carlos Troncoso recibió la orden de atracar en Puerto López con 15 marines de la Armada Nacional y confiscar toda la mercancía de dudosa procedencia, entre ellas la de ‘El Tite’ Socarrás. El operativo se surtió sin contratiempo; se inventariaron todos los elementos decomisados y se elaboró un listado de las 50 casas de comercio, depósitos y almacenes que en aquel entonces existían allí.
Se rumoraba que los wayuu atacarían por la noche para impedir el desalojo; situación que mantuvo en alerta a la tropa, cuyos miembros se mantuvieron en vigilia durante toda la noche. Por la mañana los indígenas enviaron dos palabreros quienes en diálogo amistoso con el comandante de la embarcación ‘Almirante Padilla’ le hicieron saber de que Puerto Bolívar gozaba de una connotación especial por ser puerto libre. El oficial Troncoso de inmediato se comunicó con capitanía informándole la novedad. A dicha situación respondieron: Cumpla la orden y ponga toda la mercancía a disposición de aduanas en Cartagena de Indias.
A OÍDOS DE ESCALONA
La noticia del desalojo se regó como pólvora en viento en toda la provincia. Escalona amigo de parrandas de ‘El Tite’, en aras de consolarlo; escribió: “… Pobre Tite, Pobre Tite, la armada le salió lista, pobre Tite Socarrás él se encuentra muy triste porque lo ha perdido todo, todo por contrabandear…”
…” El que tiene es el que pierde eso dice Socarras. Ese dicho no es mío porque yo Escalona no he perdido na’ …”
‘Tite’ catalogado como peleador y bronquinoso, comprador de peleas al encontrarse con Escalona le dijo: “… Barco pirata bandido que Santo Tomás lo vea prometo hacerle una fiesta cuando un submarino lo voltee en Corea…”
Para muchos el Almirante José Prudencio Padilla había sido el autor de la historia hecha canción por Escalona. El maestro en su melodía se refiere al buque insignia de la Armada Nacional, el Almirante Padilla, el almirante nació en Badillo y murió en Bogotá el 8 de octubre de 1828; fusilado por un pelotón de soldados por órdenes de Bolívar (presidente de la Gran Colombia) acusado de participar en la conspiración septembrina del 25 de septiembre de 1828.
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ESPECIAL PARA EL PILÓN