En consideración a la magnitud y alcance de la iniciativa de la Administración de la alcaldía de Valledupar, el Concejo sesionó el pasado sábado 3 de Agosto, contando con la presencia de 17 concejales, el Viceministro de Vivienda, los invitados y demás asistentes, con el fin de socializar el proyecto de vivienda VIS, para autorizar la transferencia del Predio IDEMA a Fonvisocial, entidad que se encargaría posteriormente de las etapas de organización, ventas y licitación de la construcción de 2.500 apartamentos en bloque de 5 pisos, aproximadamente, proyectados en 8.3 Has.
El protocolo cursó su inicio con la justificación de la alcaldía de su programa social, centrado en un conjunto residencial cerrado, presentado ante los concejales, un anteproyecto urbanístico y arquitectónico, de donde se dedujo una modelación financiera, que partiendo de un avalúo de $225.000 por m2 de tierra bruta, arrojó la incidencia del 14% sobre el valor comercial de los apartamentos.
Seguidamente expuso el Viceministro de Vivienda, las bondades de la ubicación de este complejo residencial, explicando además, como era de esperarse, las ventajas que ofrecía cada tipología de subsidio familiar para este complejo urbanístico.
Mi intervención como invitado, se limitó a advertir a los concejales, sobre la obligación de priorizar los programas de construcción VIS, evitando a todas luces la depreciación o sobrevaloración del lote en estudio, puesto que en este caso, el 14% calculado sobre el valor de ventas, era demasiado alto frente al propósito del proyecto, dato que induciría a densificarlo más en altura o adicionar edificaciones de actividades comerciales para lograr el equilibrio financiero.
Por otra parte, propuse analizar mejor el diseño planteado para que cumpliera con el 25% de área de cesión, norma que los planos publicados no estaban cumpliendo, motivo por el cual la prefactibilidad económica resultaría negativa porque solo se podría construir 1.850 apartamentos.
Lo sorprendente se presentó, cuando el gerente de Camacol tomó la palabra y anunció con preocupación, que le habían informado que el anteproyecto presentado por la alcaldía, correspondía a una copia del condominio “Arboleda del Campestre Payandé”, Picaleña, Ibagué-Tolima, de autoría intelectual de la Constructora Bolívar, situación difícil y comprometedora que deja a la Administración Municipal, expuesta ante los órganos de control, por pretender el ente oficial promover una futura contratación de carácter público, a sabiendas que la Constructora Bolívar, estaba involucrada desde la concepción del negocio, información que nunca fue secreta, porque fuentes aseguraron, que la alcaldía había radicado una solicitud de licencia de urbanismo y construcción en la Curaduría Urbana Segunda de Valledupar, aportándose planos arquitectónicos y estructurales, realizados por profesionales de esa empresa, sin mediar antes, el concurso público de méritos correspondiente.
Ante tales circunstancias, queda de manifiesto otro escándalo más suscitado por la Administración actual, cuyas pruebas están en los archivos del Concejo Municipal y la Curaduría Segunda Municipal, puesto que está claro, que la alcaldía no debía exponer públicamente una modelación financiera para la licitación futura de la construcción de un proyecto público, basado en estudios previos diseñados por particulares no autorizados oficialmente, actuación que obligará al Concejo Municipal en pleno, a negar la transferencia del predio a Fonvisocial por encontrarse presuntamente viciado el procedimiento.