La inseguridad, actualmente, es uno de los mayores dolores de cabeza de los colombianos. Esto, por supuesto, ha ocasionado medidas polémicas, como el acompañamiento del Ejército a las labores de la Policía. Como una forma de atacar esa inseguridad desde su raíz, según conoció EL TIEMPO a través de un borrador de un proyecto, se procesará por porte ilegal de armas a las personas que tengan armas menos letales, sus partes, accesorios o municiones sin autorización.
En estos casos, que aplicarían a las armas traumáticas, neumáticas, de fogueo, eléctricas, entre otras, la pena sería de entre 6 y 10 años de cárcel, pero la condena se duplicará si la conducta se comete usando medios motorizados, si el arma proviene de un delito, si hay resistencia violenta a los requerimientos de las autoridades, si se usan máscaras que oculten la identidad, cuando las armas o municiones hayan sido modificadas para aumentar su letalidad, entre otros.
Las modificaciones también vendrían en el delito de hurto, el que más víctima registra. Se propone que cuando la cuantía de lo robado no pase de cuatro 4 salarios mínimos legales mensuales la pena sea de entre 18 a 36 meses. Y cuando lo robado sea superior a 4 y no pase de 8 salarios mínimos legales mensuales, la pena sea de entre 24 y 48 meses.