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Protestas en paz: así transcurrieron las marchas en Valledupar

Durante la marcha se pusieron algunas pancartas en apoyo a partidos políticos que siempre apoyan las movilizaciones de los maestros y trabajadores.

Pasadas las 8:00 a.m., empezaron a llegar delegaciones de profesores de todos los municipios del Cesar; desde Curumaní, La Jagua de Ibirico y principalmente de Valledupar.
Cerca de 800 personas congregadas en la glorieta de Los Músicos empezaron el recorrido. En la primera y última fila, patrulleros de la policía ayudaban con el orden. En la mitad, carros tipo camioneta cargaban parlantes que alcanzaban más de dos cuadras de distancia.

Mientras, los marchantes replicaban eufóricos al que daba el discurso. En la cabecera se sostenían pancartas de dos metros con mensajes claros: inversión para la educación y la salud. Era la oportunidad para expresar y gritar todo el descontento.

En la marcha caminaban trabajadores privados y públicos, estudiantes universitarios y profesores. Todos detentaron la oportunidad de hablar. El discurso tuvo varios destinatarios, al gobernador del departamento, al alcalde de Valledupar, pero en especial al presidente. Por eso, el nombre más repetido fue el de Iván Duque. Entre todos sumaron casi dos horas de discursos, ninguno preparado, de reclamaciones y exigencias, sin embargo, no se alcanzó a escuchar ningún insulto. Antes, brilló el civismo.

La primera parada fue en la Gobernación del Cesar, bajo el sol de las 10 de la mañana. En la plaza solo estaba colgada una bandera. En el primer carro, el mejor ubicado frente a la Gobernación, inició el discurso Yoni Gonzáles, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Cesar. “No pueden golpear a nuestra clase obrera para beneficiar a los más ricos. Hoy estamos aquí porque necesitamos mayor protección, que no se cometan más injusticias”. Empapado por el sudor después de 10 minutos de discurso, los asistentes lo despidieron con un aplauso.

El carril del otro lado del paradero de buses de la Gobernación estaba bloqueado. En la cuadra anterior se escuchaba otro discurso, otra voz pero el mismo mensaje. “No nos pueden seguir robando los recursos porque los pobres somos los que pagamos lo que se roban los corruptos”, lamentaba una líder de los profesores, que por momentos parecía alzar la voz intentando vencer las paredes de la Gobernación y ser escuchada.

Entre los discursos y la algarabía, algunos debatían sobre la actualidad política. Se hablaba de Odebrecth, de los primeros 100 días de Iván Duque y las razones por las que debía renunciar el fiscal general. Hubo espacio para todos.

A la media hora de pausa y discursos se retomó la marcha. A paso más rápido los estudiantes universitarios rodearon las calles con bailes y manifestaciones tradicionales de la región.

La siguiente parada era el edificio del ICBF. Pocos denotaban cansancio. A menos de 20 metros de la entrada tomó la palabra la líder de las madres comunitarias de Valledupar, Ena Lagos. “Exigimos contratación justa para nuestras madres comunitarias, y además, que valoren sus largos años de trabajos”, resumió en su discurso. Las madres comunitarias se unieron al paro porque desde el ICBF les dicen que por temas de presupuesto no las pueden contratar para diciembre.

Pasadas las 11 de la mañana la marcha llegó al parque de Las Madres. Allí la vía fue tomada en ambos carriles. En el centro estaban los carros cargando los parlantes; algunas personas debajo de los árboles, otras buscaban dónde sentarse después de tres horas de caminar y protestar. Mientras, los vendedores de agua recorrían los pequeños puntos en los que se dividió la marcha.

En el parque, uno de los primeros en hablar fue el líder estudiantil. Llamó a la resistencia, a la lucha social. Cerca de él, compañeros alzaban pancartas en contra de los impuestos y la represión. “Nuestra única forma de ser escuchados es salir a las calles y movilizarnos, compañeros”. Otros colgaban afiches del Polo Democrático y la Colombia Humana. No hay marcha apolítica.

 

Desprevenidos alteraron los nervios

Seguido empezó el discurso del secretario general de la CUT, Edgar Mojica. Pero no pudo terminar de hablar. Cuando exclamaba defendiendo la justa lucha de los universitarios y trabajadores, dos desprevenidos conductores intentaron pasar en medio de la protesta. El ambiente se calentó un poco. En seguida la policía corrigió a los conductores que debieron regresar. El único momento donde participó la policía que durante toda la marcha parecían decorar el ambiente porque los profesores, estudiantes y trabajadores dieron ejemplo de cómo marchar en paz.

Entrando el medio día empezaron a dispersarse los marchantes con la satisfacción de haber logrado el propósito: salir a las calles de forma pacífica a exponer sus quejas y propuestas y ser escuchados.

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