En las campañas electorales es natural que los candidatos hagan todo tipo de propuestas con el fin de llamar la atención de los votantes y obtener el respaldo suficiente que le permita ganar la elección, en esa lluvia de ideas por decir lo menos hacen uso de propuestas que en términos prácticos no resuelven los problemas de fondo de nuestra sociedad pero que a inadvertidamente son aceptadas como la panacea por los seguidores de cada uno de los aspirantes.
La creación de una sola corte es ese tipo de propuestas que por muy ingeniosa que parezca no soluciona los profundos problemas de la rama judicial, como lo expliqué en una columna anterior; entre otros planteamientos superficiales encontramos la de convertir al consumidor de droga en un delincuente, lo que resulta contradictoria con aquella postura de concentrar todas las cortes en una sola si se busca acabar con la descongestión judicial, toda vez que asumir que el consumo de droga es un delito esas causas deben ser competencia lógicamente de un juez penal por lo que los despachos judiciales ahora tendrán que encargarse de aquellas personas que por múltiples causas consumen algún tipo de estupefaciente, generando además un problema de congestión carcelaria peor que la actual.
Continuando con el tipo de propuestas inútiles se ha lanzado como iniciativa disminuir impuestos a los empresarios para generar más empleo, como si se tratara de una fórmula rigurosamente automática, pero olvidamos que Colombia es un país con índices de evasión fiscal muy altos y no está comprobado en ningún lugar del mundo que al reducir gravámenes a las empresas estas se disponen a contratar más empleados, si lo que realmente le importa al empleador es la rentabilidad de su negocio y si le dan como premio ahorrar gastos en materia fiscal esos dineros no serán invertidos precisamente en la contratación de más personal; un ejemplo concreto el famoso tres por mil que inicio como una forma de recaudar fondos por la tragedia del terremoto del Quindío en 1999 y posteriormente su uso para aliviar la crisis de la banca a finales del siglo pasado mientras los desamparados del UPAC se les aplicaba el peso de la ley y salvajemente eran despojados de sus viviendas, mientras la banca superaba su mal momento pero hasta el día de hoy como usuarios del sistema financiero nos corresponde seguir pagando ese tres por mil.
Se podrán exponer más y más de esas propuestas de tinte ineficaz, como los procesos express como si los procesos penales se prepararan igual que un café ó cárcel para los corruptos como si eso no estuviera contemplado en nuestro régimen penal, ahí está y muy claro pero el derecho penal no solucionará nuestros problemas repito, si nosotros como sociedad no hacemos lo que nos corresponde y no abstenemos de votar por los corruptos de siempre.