Seguimos la Audiencia que este viernes adelantó la Corte Constitucional en la evaluación de la emergencia decretada por el presidente Gustavo Petro y sus ministros para La Guajira. La extenuante jornada, de más de 9 horas, tuvo la presencia inicial del primer mandatario quien defendió con vehemencia el proceder de su Administración al recurrir a una ruta extraordinaria para resolver problemas cruciales para nuestra vecina península.
Los aspectos centrales de exposición y preguntas fueron: si con las leyes ordinarias no se resolvían los problemas por agudos que fuesen; si las instituciones y entidades existentes -incluida la oficina, dependiente de Presidencia de La República, de prevención y atención de riesgos y desastres- no estaban precisamente creadas para esta clase de crisis intempestivas; si no era previsible la situación de crisis y emergencia; el por qué no haberse contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo; si se estaban usando normas excepcionales y transitorias para resolver problemas estructurales; si se estaban reconociendo las organizaciones e instituciones indígenas y comunitarias -afectadas por los primeros decretos expedidos-; si se evitaba la libre concurrencia en la contratación, en aras de la rápida acción; si se evadía la Consulta Previa.
Las exposiciones fueron amplias, repetitivas, sobre el estado de desnutrición y desatención de los niños en particular; sobre el agua y el Cambio Climático, sobre el que se escucharon videos de expertos internacionales. También hubo participación de las universidades, estudiosos de la realidad climática nacional, de las comunidades indígenas del departamento, de las organizaciones nacionales, de los ministros y ministras, de la gobernadora encargada de La Guajira y la dirección de Corpoguajira. Coincidieron en los aspectos de pobreza, dispersión poblacional, exacerbación del esperado ‘niño’, fuerte presencia indígena y especificidad cultural, de migración y frontera.
El director del DNP explicó que el Plan Nacional de Desarrollo contemplaba una fuerte articulación por programas, no por sectores o por departamentos, método que se pondría de prueba en La Guajira y dio a entender que Chocó estaría padeciendo una situación similar. Anotamos que hay dos Guajiras y se suele confundirlas, identificándola solo con la Guajira desértica y seca del norte.
La gran sorpresa fue que a pesar de haber oído tantos intervinientes repetitivos, y poco representativos a la hora de poner y resolver, no escuchamos en la Audiencia a la empresa Cerrejón (ni al gremio minero), cuando la actividad minera -objeto de duras críticas sin la oportunidad de ser respondidas- encabezada por la carbonera, corresponde al 57 % del PIB de La Guajira, genera 12.000 empleos formales, pagó por regalías del 2012 al 2022 más de seis billones de pesos. La pobreza, la desnutrición, la salud; la emergencia de hoy y los problemas estructurales guajiros se resuelven con voluntad, una organización técnica y honrada y mucho, mucho dinero.