Por Claudia Patricia Núñez Padilla
Tal ha sido el impacto de los programas de vivienda gratuita en el país, por el dinamismo que a nivel nacional ha imprimido en la cadena productiva de la construcción de vivienda y la generación de empleo, entre otros, que el Gobierno Santos, en próximos días pondrá en marcha lo que ha denominado el PROGRAMA DE VIVIENDA DE INTERÉS PRIORITARIO PARA AHORRADORES (VIPA) que busca entregar 86 mil viviendas cuyo valor no sobrepase los 70 salarios mínimos mensuales vigentes, en todo el territorio nacional, con la diferencia que éstas no serán totalmente gratuitas pues los que aspiren a la adjudicación de una, tendrán que demostrar un ahorro programado mínimo del 5% del valor de la vivienda.
La población objeto de este nuevo programa son todas aquellas personas vinculadas al sector formal ó afiliados a Cajas de Compensación Familiar, independientes ó informales que ganen hasta 2 salarios mínimos mensuales legales vigentes y capacidad de crédito para hacer el cierre financiero de la vivienda.
Es muy importante mencionar que las personas que salgan favorecidas en el proceso de postulación, a parte del subsidio que se le entregará y cuyo valor oscila entre 22 y 25 salarios mensuales vigentes, tendrán unos beneficios adicionales, tales como reducción en 5 puntos de la tasa del crédito que se le otorgue y el cubrimiento del 70% del crédito por el Fondo Nacional de Garantías (FNG), esto con el fin de que los bancos les presten con toda la tranquilidad a las familias beneficiarias, algo que consideramos muy positivo porque de acuerdo a lo expresado por el Ministro de Vivienda, las familias no comprometerán más del 30% de sus ingresos en el pago de su vivienda, esto en carta blanca equivaldría a cancelar una cuota de aproximadamente 180 mil pesos, es decir, muchísimo menos de lo que paga un hogar colombiano en arriendo por una vivienda, sólo que ahora cancelará la propia.
Es muy probable que quienes podrían beneficiarse de este programa consideren que exista un trato desigual con los favorecidos con las viviendas gratuitas, pues mientras a éstos se les exigirán ahorro, los otros no pusieron ni un peso, pero debemos recordar que la entrega de estas viviendas se ha focalizado en la población más pobre de los pobres, en condición de desplazamiento, una condición que si bien se ha prestado para abusos de las ayudas estatales, también es cierto que existen muchas familias que sí sufrieron en carne propia las consecuencias de la absurda violencia, a mi particularmente me gusta más este nuevo esquema, por lo que la historia ha demostrado que lo que no nos cuesta lo hacemos fiesta, para la muestra los lamentables rumores que se escuchan de negociación de los apartamentos recientemente entregados en la Urbanización Nando Marín, así como problemas de habitabilidad y convivencia, a los que la administración municipal y fonvisocial deben salirle rápidamente al quite para que esta situación no empañe la excelente gestión que vienen haciendo en esta materia.
El VIPA, como se empezará a conocer muy pronto este programa se financiará con la bobadita de 2.1 billones de pesos, que ya están plenamente garantizados, sin dudas un gran esfuerzo económico, con los que este gobierno aspira a reducir el déficit habitacional y de paso recoger réditos políticos para una posible reelección.