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Conocida la profanación de la tumba de Luis Carlos Barrios, un grupo de curiosos estudiantes se acercó al cementerio para confirmar el hecho.
Un caso de profanación de tumbas mantiene conmocionados a los habitantes del municipio de El Copey, al norte del departamento del Cesar.
Desconocidos llegaron hasta la bóveda que alojaba el cuerpo de un hombre identificado con el nombre de Luis Carlos Barrios, y luego de abrir la tumba, sustrajeron la mayoría de sus restos.
La familia del difunto se mostró sorprendida ante este hecho que causó conmoción entre la población: “después de la muerte violenta que tuvo mi papá, no hemos tenido amenazas ni nada. Estamos aterrados y sorprendidos con esta maldad, porque es una maldad lo que hicieron con los restos de mi padre”, dijo Digna Barrios, una de las hijas de Luis Carlos Barrios.
En medio del dolor, Digna Barrios confesó que este hecho le hizo recordar a la familia la tragedia en la que murió su padre hace 19 años, cuando fue secuestrado y posteriormente asesinado por paramilitares: “el 12 de septiembre de 1991, un grupo armado entró a la casa de mi mamá, a eso de la una de la tarde. A mi papá lo secuestraron, se lo llevaron en una camioneta negra y posteriormente lo encontramos asesinado al día siguiente por Aracataca, Magdalena, junto a los cuerpos de un tío y un primo a los que se los habían llevado con él.”, narró la mujer.
Los Hechos
Después de 19 años, el cuerpo sin vida de Luis Carlos Barrios permanecía en la misma bóveda que había sido sepultado. Cada semana, Digna y sus hermanos frecuentaban el camposanto para limpiar, arreglar la tumba y orar. Sin embargo, el pasado miércoles de ceniza, después de haber visitado el lugar, recibieron una llamada, y a las cinco de la tarde regresó al cementerio en compañía de una de sus hermanas para confirmar que la tumba de su padre había sido ultrajada. “Nos dimos cuenta de que a la tumba le habían hecho un hueco de medianas proporciones en la parte posterior, sacaron parte del ataúd y se llevaron la mayoría de los restos”, manifestó Digna en medio de la indignación y el dolor que le causó el hecho, al que calificó como una falta de respeto.
Además de denunciar la profanación de esta tumba, los familiares de Luis Carlos Barrios llamaron la atención ante el descuido y el abandono al que ha sido sometido el único camposanto de la población. Según ellos, el lugar no cuenta con un celador, el portón permanece abierto sin ningún tipo de seguridad, lo que lo convierte en guarida de viciosos, mientras los estudiantes se acercan para divertirse saltando de tumba en tumba, desprevenidos de que podrían poner en peligro sus vidas, ante la soledad del cementerio, situación esta que, dicen los familiares, podría haber provocado el hecho. “En este momento está un poco limpio porque para el 2 de noviembre pasado se le hizo limpieza, pero siempre está abandonado. Yo vengo acá semanalmente y me da miedo porque es un lugar que permanece solo y que a veces es visitado por estas personas que fuman vicio, incluso por parejas que tienen relaciones sexuales dentro del cementerio, pero aquí no hay autoridad para atender esta problemática”, dijo Digna Barrios.
Después de conocer el hecho, la familia Barrios llevó el caso a la Inspección de Policía de El Copey, desde donde fue trasladado a la Fiscalía en el municipio de Bosconia, mientras el Comandante de la Policía en el Cesar, coronel Ramiro Orlando Tobo, dio a conocer que sería prematuro por parte de la institución entrar a lanzar algún juicio para determinar lo ocurrido: “lo que si vamos a realizar es una minuciosa y acuciosa investigación para establecer los responsables; para ello, ya estamos en conversaciones con la familia”, sostuvo el oficial.
Mientras la familia sigue con la incertidumbre ante el misterio de la profanación de la tumba de Luis Carlos Barrios, los curiosos, entre ellos, jóvenes estudiantes, se acercan al cementerio para confirmar lo ocurrido.