Ante las múltiples denuncias de la ciudadanía sobre el detrimento de las casas coloniales ubicadas en el Centro Histórico de Valledupar por las presuntas obras de remodelación y construcción que se han desarrollado en esa zona, la Procuraduría General de la Nación le solicitó al alcalde Mello Castro que verifique el estado de dichas viviendas que son un patrimonio histórico de la ciudad.
La misma petición fue traslada a la directora del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, Katrizza Morelli Aroca, quien ha estado al frente de las obras del Centro Histórico. Debido a que la ciudadanía en reiteradas ocasiones ha denunciado estos hechos, la territorial de la Procuraduría inició una serie de acciones preventivas por los posibles daños, los cuales presuntamente serían por las excavaciones y vibraciones que se han realizado de manera continua en el sector.
En ese orden de ideas, el Ministerio Público le solicitó a la Alcaldía y al SIVA que presentaran un inventario de las residencias e inmuebles con afectaciones, información precisa de las casas que han sido inspeccionadas o intervenidas a la fecha y copia de los contratos de las obras, debido a que estarían vulnerando un patrimonio cultural que está protegido por la ley.
“Con la Ley 397 de 1997 se buscó fijar procedimientos únicos para la protección y salvaguardia del Patrimonio cultural de la Nación, cuya creación obedece a la necesidad de articular todo lo relativo al patrimonio cultural de una manera coherente y orientada, dándole prioridad al interés general sobre los intereses particulares”, puntualizó la Procuraduría.
En ese sentido, los denunciantes manifestaron que es de suma importancia que se evalúe el estado de las estructuras porque las construcciones han provocado que las paredes de las casas se agrieten, las puertas se rajen, los tejados se rompan y el piso alrededor de las viviendas se cuartee.
“Debido a que las casas fueron construidas alrededor de los años 1600 son consideradas un patrimonio cultural de la ciudad, y el estado de las mismas es delicado porque no tienen la suficiente resistencia para que a sus alrededores se desarrollen actividades de construcción de fuerte impacto”, manifestó uno de los denunciantes.
Los propietarios de las viviendas agregaron que el uso de la maquinaria pesada durante varias horas al día ha provocado que la mayoría de las casas se inunden y se cuelen olores fétidos que han ahuyentado a los visitantes.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN