Por: Luis Elquis
Emiliano Zuleta Díaz, gran acordeonero, también compositor, integrante de una de las castas más destacadas de nuestro folklor, en su obra hermosa denominada mi Pobre Valle, hizo alusión a la problemática de inseguridad que perturba en la actualidad a nuestra ciudad. Tuvo razón cuando expreso: “Ya no se puede cantar por la calle, así como anteriormente se hacía, de cualquier parte un disparo nos sale, ya uno no vale lo antes valía, aquí ninguno responde por nadie, ese es el plato de todos los días.”
Valledupar dejó de ser la ciudad tranquila y apacible de otrora; actualmente refleja la expresión musical inspirada proféticamente por el gran Emilianito. De acuerdo con el señor Alcalde Luis Fabián Fernández, la problemática se origina porque Valledupar es la tercera ciudad receptora de desplazados, por tener una gran cantidad de desmovilizados, en parte por motivos del desempleo galopante y por la influencia que ejercen algunos delincuentes internos en la Cárcel de Mediana Seguridad.
Estas razones existen, no se pueden soslayar, sin embargo, tampoco pueden constituirse en justificación de una problemática que diariamente se agiganta. El pasado 20 de enero el editorial de este periódico, hizo referencia a los retos que debía afrontar la administración municipal durante el año 2011: La inseguridad galopante y los problemas de movilidad son perceptibles, generadores de incertidumbre y desconfianza, encabezan los problemas de nuestra ciudad. Los objetivos trazados en cualquier gestión demandan diagnostico, cuantificación y medición, por lo tanto la afirmación que invoca soluciones sin escatimar esfuerzos son mediáticas e insuficientes.
La inseguridad tiene muchos tentáculos, neutralizarla es un proceso complejo y oneroso, pese a ello es necesario asegurar las entradas de la ciudad procurando recolectar los antecedentes judiciales de las personas que nos visitan, este control lo puede ejercer la Policía Nacional, con ello evitamos el ingreso a nuestra ciudad de delincuentes; a través de este proceso se pueden realizar capturas inmediata. Un gran porcentaje de las personas detenidas en flagrancia luego de cometer sus actos delictivos no son oriundas de Valledupar.
La movilidad es otra problemática; la Policía Nacional realiza operativos permanentes a los cerca de 36 mil motociclistas que utilizan este vehículo como transporte particular, es de público conocimiento que muchas personas agobiadas por el desempleo y por la inexistencia de un servicio público de transporte organizado utilizan su motocicleta para el mototaxismo.
Este problema en la actualidad se constituye en una actividad que amortigua la dificultad para acceder a un empleo formal; sin embargo, el gobierno municipal tiene la obligación de controlar con autoridad esta actividad informal, no obstante al beneficio que presta no solo por el mal servicio de transporte público, sino además porque de los ingresos obtenidos en la práctica del mototaxismo se deriva el sustento diario de muchas familias.
En la ciudad de Barranquilla recientemente se han presentado asonadas por parte de mototaxistas, quienes reclaman al Alcalde el “Derecho al Trabajo”, esta situación indica que este problema debe solucionarse a través de la implementación del esquema de transporte, sin dejar crecer esta situación, pues posteriormente se puede convertir en problema incontrolable. Del Sistema de Transporte Público sólo se escucha decir que ya hubo acuerdo, que ya está listo el CONPES, que no ha habido acuerdo entre el Gobernador y el Alcalde, etc. Lo mencione antes, los proyectos necesitan diagnostico, medición y cuantificación, por ello es pertinente adelantar en este tiempo el diagnostico que convoque al gremio transportador a la academia, a la iniciativa Valledupar, Cómo vamos, porque no se trata de despachar los buses a la calle.
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