Que en una ciudad de 450 mil habitantes ocurran diez casos de abuso sexual en menos de un mes, es un tema que debe poner a reflexionar a todos sus estamentos. Las cifras que dan a conocer las autoridades municipales sobre los casos de violencia intrafamiliar, de los que se desprenden los abusos, muestran una tendencia al aumento en el 2015 frente a lo ocurrido en el 2014.
En lo que va de marzo se registraron 81 casos de violencia de género, en los que 42 están involucradas menores de edad y de estos 10 son de abuso sexual.
Según los sistemas de información del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Colombia el promedio de los últimos dos años es de más de 20 mil exámenes medicolegales por presunto delito sexual en Colombia, con una tasa de 44,01 por cada 100 mil habitantes.
Sigue la mujer como la principal víctima de abuso sexual, especialmente menores de edad, que se concentran en un rango de 10 a 14 años, y los hombres, porque también son abusados, entre los cinco y nueve años.
La información registrada por Medicina Legal siempre confirma como principal agresor, a algún familiar, con el 39,61% del total de registros; dentro de la circunstancia del hecho la violencia intrafamiliar obtuvo un 48,69% y según el escenario, los hechos se presentan principalmente en la vivienda de la víctima y del victimario con un 70,11% de la información; de acuerdo con estos datos es evidente que este tipo de violencia afecta de manera considerable el entorno familiar.
Lo que sucede en Valledupar con los abusos sexuales no dista mucho de lo que pasa en todo el país, en las grandes ciudades. Incluso preocupa mucho más que la tasa en el Cesar sea más alta que la nacional, como ocurrió en el 2013, que por fue de 58,1 por cada 100 mil habitantes.
Es escandalosa la cifra de menores abusados en Valledupar. El tema es tan sensible que difícilmente se logren disminuir o acabar los casos porque es en los hogares donde ocurren la mayoría de los hechos. Sin embargo, es urgente que existan más estrategias encaminadas a prevenir el abuso, a denunciar los que suceden y a castigar a los que lo cometen.