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Primero de Mayo, cuna cultural vallenata

Primero de Mayo, así se llama uno de los barrios más populares y tradicionales de Valledupar, ubicado estratégicamente al sur de la capital del Cesar. Fue creado el 7 de mayo de 1959 por un grupo de personas necesitadas de sitios donde vivir, entre sus primeros habitantes se destacan Tulio Villa, Anita Martínez y Pepe Betancourt, quienes llegaron a este sector inicialmente conocido como Las Tablitas, que comenzaba en el sector de La Granja y se extendía hasta la Terminal de Transportes y la glorieta del Obelisco.

Pese a que la edad en ocasiones le hace una mala jugada a sus recuerdos, Tulio rememoró el momento en que junto con la suya varias familias decidieron poblar ese lugar.

“Ese fue en un momento de la más grande crisis de vivienda en Valledupar. En esa época la gente del interior, santandereanos, antioqueños, estaban perseguidos por la violencia liberal conservadora, entonces allá se corrió la voz de que Valledupar era un remanso de paz”, relató este nativo de Calamar, Bolívar.

Además recordó que el hacinamiento obligó a la comunidad de esa época a organizarse y se creó la ‘Junta por el bien de Valledupar’, que se dirigió en muchos momentos a los gobernantes para solicitar ayuda, pero ante la falta de solución la noche del 7 de mayo de 1959 decidieron invadir la tierra y denominarle Primero de Mayo, en honor a los trabajadores del mundo.

Este barrio es uno de los más antiguos de Valledupar e inició con alrededor de cinco mil familias y por la precariedad de las casas elaboradas en madera algunos habitantes lo apodaron ‘Las tablitas’, pero para Tulio Villa este barrio es “la victoria social más grande que ha tenido la región”, luego que con su creación vino la construcción de barrios como el Doce de Octubre, Guatapurí y Los Fundadores por ese impulso social. De igual modo se desprendieron otros sectores como San Martín, Siete de Agosto y el Simón Bolívar.

El Primero de Mayo fue el primer barrio creado en la ciudad por ocupación directa, según don Tulio, quien por esa lucha de darle techo a su comunidad fue apresado durante dos meses en la cárcel ‘El Mamón’, donde actualmente funciona la Casa de la Cultura.

Amed Mendoza, presidente de la Junta de Acción Comunal, aseguró que hoy el sector es uno de los más importantes barrios populares de la comuna tres de Valledupar pese al abandono estatal en que estaba sumergida esta comunidad.

Hoy la población disfruta de la Plaza Primero de Mayo, un escenario creado en el gobierno de Lucas Gnecco Cerchar, quien permitió el desarrollo del Festival de Música Vallenata en Guitarras y Tambobandas en la tradicional tarima Juan R. Leyva.

Durante muchos años esta plaza, de gran relevancia para el Valle del Cacique Upar, ha servido de espacio cultural y aunque durante muchos años permaneció abandonada desde hace más de dos meses comenzó a ser remodelada por la Gobernación del Cesar.

Lo bueno

El barrio Primero de Mayo se caracteriza por dar buenos músicos vallenatos como el cantante Miguel Morales que durante muchos años vivió en este sector donde crecieron sus hijos Kaleth, Keiner y Kaner.

Este sector, pese a encontrarse en el sur de la ciudad es uno de los que mayores beneficios tienen por su posición geográfica; está ubicado entre las avenidas Simón Bolívar y Fundación, y al sur, a pocos metros se encuentra la avenida del Folclor o calle 44.

El Primero de Mayo inicia en la calle 20 y termina en la calle 38, es cercano a la Terminal de Transportes y a la Universidad Popular del Cesar.

Geovany Rincón Cuadro recordó que el Primero de Mayo tiene con espacios educativos suficientes y con calidad como lo son el colegio Francisco de Paula Santander, que fue creado por la Junta de Acción Comunal y que aunque inició con más de 800 estudiantes, hoy sólo atiende alrededor de 200.

Valle Meza es la otra institución educativa de secundaria que le brinda los servicios educativo, además de los anexos como las instituciones mixta número cinco y seis.

Lo malo

Varios son los lunares que empañan el buen nombre del Primero de Mayo: inseguridad, calles ajedrezadas, constante consumo de sustancias psicoactivas por parte de jóvenes en la Plaza, entre otros.

Elberto Nieves, integrante del Comité Primero de Mayo Despierto, creado por la necesidad mejorar las condiciones de la comunidad, especificó que las instituciones educativas del lugar no cuentan con reductores de velocidad, existe alto consumo de sustancias psicoactivas y alta accidentalidad por falta de cultura ciudadana.

Este barrio es uno de los más antiguos de Valledupar e inició con alrededor de cinco mil familias y por la precariedad de las casas elaboradas en madera algunos habitantes lo apodaron ‘Las tablitas’.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.co

 

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