POR RUTH ARIZA COTES/ESPECIAL PARA EL PILÓN
El gobernador de Santa Marta, el adelantado y capitán Alonso Luis de Lugo, ordena al capitán Francisco Salguero, cuyo apellido significa Sauce (árbol) en el idioma gallego- portugués, que funde un pueblo de españoles a orillas del río Guatapurí.
Esta fundación se hace el primero de octubre de 1544, y es bautizada con el nombre de Valle de Upar. Francisco Salguero vino de Tunja, a fundar este pueblo después de haber asistido a la fundación de Bogotá y de Tunja en 1537; este nuevo pueblo fue fundado para que sirviera de despensa en este largo valle a las otras poblaciones por lo fértil de sus tierras.
LA UBICACIÓN
Durante la fundación señala el solar donde ubicaría la primera iglesia católica, al oriente, en la esquina de la plaza donde está hoy el Concejo Municipal de Valledupar, y donde estuvo el colegio de la Sagrada Familia, y donde allí estuvo ubicado el templo o centro ceremonial de El Cacique Upar, sobre cuyas ruinas se edifica el templo católico.
Ese pueblo de españoles estaba conformado por 9 manzanas, como aparecen en el mapa; en esta época las manzanas se llamaban cuadras por ser cuadradas, y estaban divididas por dentro por dos caminos que se entrecruzaban en el centro en forma de cruz. Por estos caminos transitaban las bestias que entraban a los patios de las casas. Hoy en día solo existe esta división en el Callejón de la Purrututú y en el Callejón de Pedro Antonio González, el último arriero de Valledupar.
En esos años el oriente se colocaba en los mapas donde hoy es el norte, o se a arriba, por ser este punto cardinal un punto sagrado, ya que en esa dirección había nacido el niño Dios, señalado por la estrella de Belén. Por este mismo motivo la iglesia debía construirse al oriente, y así se hizo en Valledupar.
TAMALAMEQUE TAMBIÉN
En este año de 1544, el gobernador Alonso Luis de Lugo ordena al poeta Lorenzo Martin que funde la población de Tamalameque, y que en esa época se llamaba Támara, y estaba ubicada en la laguna de Zapatosa, población gobernada por el cacique Ijeque Guataca, jefe de los indígenas Pacahueyes, y a quien bautizaron con el nombre del cacique Alonzo.
Estas dos poblaciones fueron concebidas con el objeto de que cuando el gobernador Alonzo Luis de Lugo regresara de Bogotá, tomando como ruta el valle de Upar, encontrara dos lugares donde descansar y pernoctar durante este largo trayecto para regresar a Santa Martha.
SOLO CUATRO AÑOS
El capitán Francisco Salguero solo vivió durante 4 años en el pueblo de Valle de Upar, desde 1544 a 1548; en este último año decide abandonar el pueblo porque se habían muerto muchos españoles, y porque no se pudo sustentar ya que los indios no le colaboraban en un acto de resistencia y de venganza al ver que les estaban invadiendo sus territorios, y porque recordaban el mal comportamiento de los anteriores conquistadores que habían recorrido todo el valle, como Pedro de Badillo en 1528, Pedro de Elerma en 1529, y el Alemán Ambrosio Alfinger en 1531; así pues el pueblo quedó fundado, pero permaneció solo, sin un alma. La iglesita fue quemada por los indígenas.
SALGUERO SE FUE
El capitán Salguero se va de nuevo a Tunja, de donde había venido, y allí se casa con Juana Macías Figueroa, hija de un conquistador, pero no tuvo hijos; fue dueño de varias encomiendas entre ellas la de Mongua. Cualquier día les dejan abandonada en la puerta de su casa una niña expósita en una canastilla. Ellos la recogen, la adoptan y la crían, pero se les muere. Decepcionados deciden separarse voluntariamente, y donan su casa para que sirviera de iglesia y a su vez de convento. Este llevaría el nombre de Santa Clara La Real, y fue el primer convento de monjas que se funda en el Nuevo Reino De Granada, hoy Colombia.
Ese convento se funda el 7 de marzo de 1571 y aún existe en Tunja. Juana Macias de Figueroa es la primera priora del convento, y tomó el hábito de las clarisas, con el nombre de Sor Juana De Jesús. Ella fue Abadesa hasta su muerte; él ingresa a la comunidad de Franciscanos. (Espere mañana Segunda Fundación de Valledupar).