Este fin de semana se realizaron varias actividades enfocadas en manifestar el rechazo por parte de la sociedad ante diferentes delitos que son víctimas mujeres, hombres y niños.
Una de estas jornadas fue la denominada ‘Rompiendo el Silencio’ y que fue liderada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuya congregación en compañía de otros miembros de la comunidad se reunió en el parque de Los Cortijos de Valledupar para invitar a las personas a que se manifiesten en contra del maltrato a los niños, mujeres, la violencia psicológica, social, y que en general denuncien y tomen el valor de no quedarse callados según explicó Gilmar González, pastor en dicha iglesia.
En la actividad, que se desarrolló entre las tres a seis de la tarde hubo una presentación de un grupo de niños que integran dicha congregación con una revista de marcha junto con reflexiones sobre el tema.
Esta jornada se llevó a cabo por primera vez en la ciudad aunque es parte de una campaña que se ha venido realizando hace varios años en toda América y anualmente maneja una temática diferente relacionada con problemáticas sociales por lo que han manejado temas como el suicidio.
Al evento asistieron entre 300 y 350 personas de acuerdo con González, y ya tienen previsto desarrollar más adelante en el parque de Los Algarrobillos otra actividad similar con el objetivo de concientizar a la comunidad de dicho sector a que no se queden callados y rompan con el silencio de cara al maltrato.
“Queremos mostrarles que no solo depende de las autoridades que es algo de todos los entes, todos los que conformamos a la sociedad aún las iglesias cristianas que también debemos manifestar nuestro rechazo”, manifestó González.
Así como ellos, otro grupo de personas convocados por jóvenes de la ciudad cumplió con el plantón ‘Me la juego por los niños’, realizado en la Gobernación del Cesar y que hizo parte de la iniciativa que también se adelantó en diferentes ciudades del país, y países como Estados Unidos y Panamá. Con esta última actividad se busca hacer un llamado por la protección de los niños y adolescentes que sufren diferentes flagelos.