El coronavirus acapara la agenda informativa, y aunque no es cierto que desvíe la atención de las noticias de impacto, como lo que han llamado ‘Ñeñepolítica’, sí es noticia de primer nivel de atención, sin embargo, debemos hacer claridades sobre las medidas que debemos tomar en la casa editorial para no provocar pánico cuando lo que queremos es prevenir.
PrevenciónNoPánico es la etiqueta que estamos utilizando cuando comunicamos sobre el COVID-19, nombre científico del coronavirus, y esto es porque lo que se pretende al informar es que la ciudadanía, lectores y usuarios de las redes sociales, estén conectados con la evolución de la enfermedad que ya ha sido declarada pandemia, es decir, que alcanza territorios geográficamente y no conoce límites.
Lo primero que nos llega, y cada más con más frecuencia, es versiones de casos, por lo menos, sospechosos. Y esto ocurre porque una especie de ‘euforia colectiva’ hace pensar que todo el que tose o estornuda en aeropuertos, y hasta clínicas y hospitales, tiene la enfermedad.
De manera que recomendamos no solo a nuestros periodistas sino también a periodistas de otros medios que acatemos las recomendaciones que vienen directamente de la Organización Mundial de la Salud, que han sido recogidas por el Ministerio de Salud de Colombia y que exigen no difundir información que no venga de fuentes oficiales. Ni siquiera las clínicas y hospitales están autorizados para informar sobre casos sospechosos, mucho menos positivos, si las autoridades de salud no lo comunican a través de boletín.
La situación es compleja para las autoridades de salud pues los síntomas de esta nueva enfermedad mundial son similares a otras ya conocidas: fiebre, tos, dificultad para respirar, cansancio… estos síntomas los socializamos en un editorial pasado en el que alertábamos sobre la enfermedad del dengue que no nos ha abandonado y que por el contrario aumenta.
Se cree que los síntomas del COVID-19 podrían aparecer en tan solo 2 días o hasta 14 días después de la exposición.
La Organización Mundial de la Salud hace estas claridades: “La mayoría de las personas (alrededor del 80 %) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2 % de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica”.