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Preso

P E R I S C O P I O


Por: Jaime Gnecco Hernández
Tal como lo estaba esperando el pueblo colombiano, a fin de que se hiciera justicia, un Juez de la República ordenó encarcelar al exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, mientras se prepara su juicio, que será dentro de un mes. Hasta ahora, la Justicia no ha determinado la culpabilidad o inocencia del inculpado, pero se argumenta que hay suficientes indicios para el Juez de la causa para tomar esa decisión si bien  no lo considera peligroso para la sociedad, pero sí peligroso para el desarrollo normal del caso.
El señor Arias, a quien llaman “Uribito”, porque remeda en todo al expresidente Uribe en algo que parece complace a los dos, tuvo a bien hacer diez visitas a sus subalternos entre abril y junio, en los sitios donde están presos por el caso AIS en días prohibidos en las cárceles en visitas de alrededor de cuatro horas cada una; que no tenían dichas visitas el sentido humanitario y solidario para darles aliento como es costumbre, sino para aleccionarlos acerca de cómo debían contestar ante los jueces cuando los interrogaran, procurando dejar siempre como inocente al ex ministro.
Por eso lo encerró el Juez de la causa, porque seguía como si todavía fuera Ministro y seguía haciendo de las suyas, entrando en la cárcel los viernes, cuando ese día las visitas están prohibidas para todo el mundo y él ya era un ciudadano común como usted o como yo.
¿No entiendo por qué ésta gente insiste en querer usar y manipular a la gente en su propio beneficio. Quienes se creen ellos que son? Y quienes se creen ellos que somos los demás?
La verdad es que el tal “uribito” no tenía ni tiene las calidades para ser Presidente, pero como era el recomendado del Presidente, los conservadores, siempre chupando rueda, lo aceptaron complacidos, pero le ganó la Sanín, con más votos dentro del colectivo, comprobándose que todavía está apta para cualquier faena, no así Arias que pateó el tablero y no acompañó a la dama como había sido su compromiso, comprobándose que no era apto para desempeñarse en el cargo al que aspiraba. Era obvio que le quedaba grande, que le faltaba “clase,” que si Natura no la da,  Manizales no la presta.
Este es el primer ministro del gobierno anterior que pisa la cárcel, le está ganando a Pretelt y a Palacios, que se la ganaron primero, pero no le hace, todo se andará y allá irán a dar todos, a encontrarse con sus compañeros y subalternos y luego, por supuesto, irá el capo de todos los capos, ese será el día grande para Colombia, el día que caiga el cerebro maléfico que engendró todos éstos enredos que le han alterado la vida al país y a sus habitantes.
Ya está bueno, señor, pague su deuda con el país y cuando salga libre, si sale, dedíquese a la oración, a hacer crucigramas, organice batallitas con sus nietos y los de sus amigos para despuntar el vicio, lea y haga crucigramas para que el alemán no lo sorprenda; pero deje a las gentes tranquilas, por favor, ya lo aguantamos más de ocho años, déjenos vivir y morir tranquilos, sin que Ud. nos eche a perder nuestros planes y programas; aunque sabemos que nunca lo vamos a ser mientras sepamos que Ud. sigue vivo, por lo menos déjenos probar a ser felices, ya que creemos que nos lo merecemos, por lo menos por haber aguantado sus ocho años.
No sabemos qué fue mejor: si los falsos positivos, las chuzadas, el agroingresoseguro, la reelección, la segunda reelección, en fin, qué dramaturgia, Dios mío, la verdad es que no hubo tiempo de aburrirse, siempre una cosa nueva,  máxime a la semana, otro show, nueva temática, nuevos personajes, qué imaginación, y que inteligencia y mente tan prolíficas. Esperemos que esos libros se editen, nos parece que la Fiscalía y la Procuraduría debieran hacerlo y repartirlos, porque parece que el capo no acostumbra a  hacerlo con sus actos administrativos, porque no quiere que se vean los borrones.

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