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Presidente Petro sea pragmático

Lo godos copartidarios se molestan porque he dicho que voté por el hoy señor presidente Petro ante la opción del inefable Rodolfo Hernández. Y lo hice por una reflexión básica: un avezado político de izquierda que logró en democracia llegar a la presidencia de Colombia, por obviedad suma iba a gobernar bien y para la unidad nacional. Hasta ahora una evidente frustración.

Le asiste razón a su esposa Verónica Alcocer cuando en su cuenta X señala “la reconciliación nacional es la vía. Empecemos por desarmarnos en redes”. Me imagino la emputada permanente que asume cuando todos los días lee los trinos en esa red social de su esposo presidente. Por favor.

Atribuir a los medios de comunicación y a las redes sociales la creación de burbujas comunicacionales con el objetivo de manipular la sociedad es mensaje, ese sí de medio pelo, del presidente. Ingenuo afirmar que se propaló con seriedad que los magistrados de la Corte fueron físicamente violentados y evacuados en helicóptero. 

En una diferida alocución Presidencial increíble que un estadista le dé lectura a un alocado twittero que alude de Miami. Sabe bien que en directo por todos los medios digitales quedan los registros y se observó que algunos que estaban en las instalaciones de la sede de las Cortes en Bogotá, pretendieron ingresar en forma violenta a la edificación (no un bloqueo por 10 segundos). Y ningún registro se divulgó de personas evacuadas en helicóptero. 

Y de aquella narrativa saltó indignado a que no hubo “un abucheo contra mi esposa”, dijo en su cuenta de X. Los registros evidencian que en el vivaz recorrido de comparsa de la esposa del Presidente en la Batalla de Flores en el Carnaval de Barranquilla hubo momentos de vitoreo de respaldo e igualmente de rechazo al gobierno de su esposo. Unos “¡viva Petro!”, otros “¡fuera Petro!”. Las evidencias propaladas principalmente por las redes sociales lo demuestran.

Ininteligible y desestabilizador el Presidente Petro cuando alrededor de la elección del Fiscal General ahora alude al “lawfare”, es decir, que “la justicia tome partido contra el gobierno y hunda no solo las reformas sino al gobierno mismo”. Pero en esa perspectiva olvida adrede que la definición de aquella expresión se traduce en “el lawfare (o guerra jurídica en español), hace referencia a cuando un actor político poderoso instrumentaliza el sistema de justicia para así poder perseguir, neutralizar y hasta destruir a sus competidores o adversarios políticos”. Su enredo conceptual es evidente.

Lo ideal es que la CSJ cumpla con la función de elegir al Fiscal General de manera pronta. No obstante la historia acredita que en la elección de los últimos Fiscales Generales ese alto órgano judicial se ha tomado su tiempo, estemos o no de acuerdo con esa postura, que lo posibilita su reglamento general y particularmente el quorum calificado establecido para declarar electo a uno de los postulados. 

El Presidente Petro quizá advertido de esa forma de elegir, radicó con antelación suficiente 

la terna para ha de ver si la CSJ cumplía más prontamente su deber constitucional y no esperar estar cerca del vencimiento del periodo del bien ido actual Fiscal General. Sin embargo esa estrategia se le ha dado variadas lecturas por la circunstancia insólita de que entre los casos procurados por la Fiscalía en el cumplimiento de su rol, está el haber acusado al hijo del Presidente. 

Al margen del interés por la teoría política, revise promover como lo hace, la lucha de clases y la idea de que el capitalismo es una estructura opresora, porque lo pone de presente su hirsuto marxismo y activismo diario. La CSJ elegirá a la Fiscal General pero no se equivoque desafiarla porque al expresidente Uribe no le fue bien en esos cometidos. No sea torpe.

POR: HUGO MENDOZA

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