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Presidente enredado

Por la polarización política extrema entre derecha e izquierda y por la división interna en los diferentes partidos y movimientos políticos promovedores de la elección del presidente Iván Duque. Los colombianos sabíamos que su gobierno tendría enormes dificultades, a pesar de su carácter moderado manejado con mensajes apaciguadores.

Tal realidad ha quedado evidente en la elección del nuevo Contralor General  de la República por el Congreso Nacional, fue un espectáculo escandaloso, convertido en show mediático, en el cual, la prudencia no estuvo presente; por ejemplo, el jefe creador del partido Centro Democrático quería que la plenaria del Congreso eligiera al presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie Rivera.

Este requerimiento del expresidente senador, indignó en sumo grado al actual contralor, Edgardo Maya Villazón, tan intensa fue su inconformidad que, en un foro  realizado en la Universidad Externado de Colombia, se refirió a la elección de su remplazo y sin mencionar nombre dijo que el gobierno “no necesita un contralor de bolsillo”.

No conforme, reafirma que poner de contralor a un corrupto es como poner a un violador de niños a dirigir una escuela infantil. De veras, esta fue la sentencia lapidaria del entierro de la aspiración del presidente de Fedegan.

Desde el inicio del gobierno del presidente Iván Duque Márquez, algunos miembros importantes de su partido político, contradicen sus manifestaciones.

Ya el discurso contradictorio del presidente del Senado, Ernesto Macías Tovar, que dejó perplejo a la representación diplomática internacional, el día de la posesión del actual presidente del país es asunto del pasado.

Ahora el presidente Duque ratifica que respalda la consulta anticorrupción, que se votará el próximo domingo 26 de agosto, pero el creador y jefe del Centro Democrático la rechaza. Esto significa que la gran mayoría de sus copartidarios también la ignorarán.

No en vano, ya están radicados en el Congreso los proyectos de ley anticorrupción que volverían añicos las preguntas que resulten aprobadas en la consulta, ya que el Congreso debe darles el visto bueno definitivo para convertirlas en ley. Ahí será Troya. Amanecerá y veremos, dice el viejo adagio.

El próximo domingo; es decir, dentro de cuatro días, todos los colombianos que deseamos la erradicación de la corrupción o por lo menos su disminución, salgamos a votar, SI, a las siete preguntas de la consulta anticorrupción, porque de salir aprobadas podríamos lograr algo, pues a los congresistas los elige el pueblo y ellos prefieren conservarlo contento. No olvidemos, que esto también incidió en la elección de, Carlos Felipe Córdoba Larrarte, como nuevo contralor general de nuestro país.

Aunque no es el ultra plus de la decencia, al menos genera menos controversias que el presidente de Fedegan.

Por José Romero Churio

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