No es fácil cuando no se quiere y muy fácil cuando se quiere entender las acertadas decisiones del señor presidente Iván Duque para defender la vida frente al aterrador bicho ese; pero también hay que defender la economía del país para evitar la tenderete de muertos por física hambre, o que los que no tienen nada se amotinen y salgan a la calle, orientados por seres criminales, a saquear, robar y matar, acosados por el hambre, especialmente de sus hijos pequeños, que no saben de excusas, cuando lloran hay que darles comida o no se callan.
Eso es terrible, me aterra pensarlo, yo en ese caso no lo dudaría, saldría a hacer lo que fuera, pero regresaba con algo para salvarlos de la muerte, no ya por el hp ese, sino del hambre.
Por eso hay que entender, sin pasiones, por encima de ambiciones y aspiraciones futuras de Iván Duque, que ante el mundo y su país lo está haciendo bien y recibe aplausos y reconocimientos, no hace otra cosa con sus decisiones, no unilaterales, sino consultadas, analizadas y estudiadas por su magnífico equipo de colaboradores. Duque está lleno de buena fe y su ánimo o intención con la ayuda de Dios es proteger la vida y tranquilidad de sus coterráneos, a todos: pobres y ricos, negros y blancos, a los mestizos que somos la mayoría, para que la maldita vaina esa no nos joda, al menos a mí que con 80 encima voy pal cajón; pero también tiene que prever que la inmensa mayoría necesita trabajar para ganar, al menos con qué comer, porque los recursos que hasta ahora con afanes y angustias han llegado, se agotan y entonces el remedio va a ser peor que la enfermedad.
Me causa molestia e indignación que la oposición política con sus jefes: Petro, Claudia López, alcaldesa de Bogotá, y todos sin excepción, aprovechen el populismo, la demagogia y enardecidos traten de sacar buenos dividendos electorales echándole más leña a la candela y avivándola con gasolina cuando lo que deben hacer, por el momento es ser solidarios y trabajar en una causa común, como está pasando en muchos países.
No es el momento de vencedores y derrotados. Hay que ayudar a sacar a Colombia adelante en el peor momento que hemos tenido, que yo recuerde. No estamos para guerra ni golpes bajos, la necesidad exige prudencia, solidaridad extrema, paz y mucho amor para encontrar el camino ancho y luminoso que siempre hay al final del túnel oscuro.
Ejemplar la actitud asumida por todos los colombianos para proteger y ayudar a los más necesitados, admirable los esfuerzos que hace nuestro presidente Iván Duque para salir adelante preservando la vida por encima de todo, pero también tratando de darle sustento y vida a su país.
Ojalá que los científicos con la ayuda de Dios, siempre lo invoco aunque a algunos les disguste, de un momento a otro nos sorprendan con una droga que mate al vainoso criminal ese o con una vacuna que nos inmunice de ese cruel invento “Made in China”.
Adelante presidente: los colombianos lo apoyamos en sus sabias y oportunas decisiones.
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Por culpa del ‘chino’ no pudimos acompañar a nuestra hija Juliette en su cumpleaños en Barranquilla, ya vendrán mejores épocas, pero no nos puede impedir que le pidamos a Dios que cumpla un pocón más, rodeada de Macoquito y Nandito. Felicitaciones July.