Los apicultores de la vereda La Envidia, del corregimiento Tocaimo en el municipio de San Diego, Cesar, alertaron en los últimos días sobre la muerte de casi 20 colmenas de abejas, situación que ha preocupado a toda la ciudadanía y autoridades ambientales. Hasta el momento se desconocen las causas de este hecho, sin embargo, los apicultores presumen que la mortandad estaría asociada al uso de pesticidas en cultivos aledaños.
Las 20 colmenas representan cerca de 60.000 abejas, por lo que los habitantes de la zona piden apoyo del Gobierno nacional para identificar por qué se originó este preocupante hecho ambiental. Los expertos en el tema afirmaron que este lamentable caso tiene repercusiones en toda la producción agropecuaria de esta parte de la serranía del Perijá.
“Las abejas fecundan los granos de sus pastos para que se generen las nuevas semillas. Entonces la afectación es general, no es solamente para los agricultores, sino también para el sector ganadero, para el sector productivo y para todo lo que tiene que ver con producción agropecuaria”, explicó Albeiro Muñoz, uno de los apicultores de la vereda.
En ese sentido, las abejas son mucho más que productoras de miel, son agentes polinizadores. Están entre los principales responsables de la oferta de alimentos y son indispensables en el mantenimiento de la biodiversidad en el planeta; justamente por eso, sus muertes son tan alarmantes.
Muñoz indicó que este tipo de casos no se presentan con frecuencia en la zona, no obstante, advirtió que desde hace un tiempo las abejas se vienen muriendo sin conocerse las verdaderas causas “por lo que debe ser supervisado por las autoridades, ya que se trata del cuidado de la naturaleza de la fuente de trabajo de muchas familias en la zona rural del territorio”.
Y añadió: “Perdimos a entidades como Corpocesar y Corpoica, que nos ayuden a identificar la raíz del problema, ya que en estos días se están muriendo en cantidades. De la producción de ellas dependen muchas familias, incluso el 65 % de los alimentos que se lleva a la mesa de nuestros hogares depende de esta actividad económica”, acotó.
¿QUÉ DICE CORPOCESAR?
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a través de su veterinario Marino Zuleta informó que este hecho puede estar relacionado al uso de insecticidas que contienen fipronil, un producto de alta toxicidad y volátil, es decir, el viento lo lleva a largas distancias y termina en los apiarios (en donde están las abejas).
“En esa zona hay diferentes cultivos de pancoger, entre esos está el melón, la patilla, tomate, entre otros, y que los campesinos y propietarios de esos cultivos los fumigan para protegerlos de los insectos, pero no con la intención de matar las abejas, ya que ellos no tienen los conocimientos claros sobre eso y van a comprar cualquier insecticida sin la previa orientación de un ingeniero agrónomo”, detalló.
MÁS ALLÁ DE LA MIEL, ¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE LA PÉRDIDA DE ABEJAS?
No queda ninguna duda de que la población mundial de abejas está decreciendo a pasos agigantados, y este descenso puede tener nefastas consecuencias no solo para la producción de miel, sino para otras actividades y alimentos que dependen de estos animales.
Es decir, una de las nefastas consecuencias que trae consigo la muerte masiva de las abejas es que disminuye la polinización, en otras palabras, sin abejas no hay polinización y sin polinización los árboles frutales no darían frutos.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN