Algo está pasando en la educación del Cesar. El pasado mes de noviembre se conoció el ‘ranking’ de Mejores Colegios de Bachillerato del país basados en los resultados de las Pruebas Saber 2012, grado 11, que aplicaron a 579.712 estudiantes de 12.617 colegios. El Cesar perdió el año. Sólo 10 colegios aparecieron entre los primeros 1.080 mejores colegios, siendo el puesto 230 el más honroso. Grave para la educación.
Ni que decir de los colegios oficiales del departamento, -con excepción de Valledupar- donde solo el San Alberto Magno, del municipio de San Alberto pudo escalar la Categoría “Superior”, siendo la “Muy Superior”, la de mayor rango y que ninguna de estas instituciones pudo ostentar. Algo lamentable.
Llama la atención y es para ponerse las pilas en materia de entrenamiento a los jóvenes desde los primeros años de educación básica, para lograr buenos resultados Icfes al final del bachillerato.
Para colmo de males en la Educación Pública del Cesar, ahora, de manera angustiada, sale el Secretario de Educación departamental a prender las alarmas porque está en “riesgo la educación de los estudiantes en zonas rurales y de difícil acceso en el Cesar”, justo el último día (ayer) cuando vence el plazo para matricular a los 141.819 estudiantes de los centros educativos oficiales y sólo llevaban matriculados 125.618, según el Sistema de Matrícula, SIMAT.
La culpa de que estén alarmados porque no aparecen los estudiantes para matricularse, en principio sería de los padres de familia que no los matriculan, pero queda un sinsabor con la Secretaría de Educación que parece que dejara para último momento el llamado a los padres, en especial los del sector rural.
Ojalá se tomen correctivos para que en el futuro esta situación no se repita y que desde el mes de octubre comiencen a concientizar a los padres de la importancia de matricular con tiempo a sus hijos, que no es otra distinta a los recursos financieros. Es decir, el número de matriculados de final de año es el que determina el valor que invertirán en la educación de cada niño matriculado.
Ese es un tema fácil de resolver. Lo que si se ve difícil es la deserción escolar. Ya hoy se estima que para el 2013 la deserción siga en aumento. Cosa preocupante.
El problema en esta época, es que la misma esencia de diciembre y sus fiestas, tiene obnubilados a muchos que ni siquiera piensan en cuestiones de colegios y la plata que se invierte es para ropa y uno que otro trago. Lo de la educación queda para enero o febrero y después, es que van a iniciar clases. En el peor de los casos, muchos ni regresan a estudiar.
Esperemos la estadística de los estudiantes matriculados y si se cumplió la matrícula de 26 mil alumnos nuevos.