El alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía recibió en México el premio Maya otorgado por el Instituto mejores gobernantes, premio que goza de un inmenso desprestigio internacional, dudan de la transparencia no solo de quienes lo otorgan sino también de quienes lo reciben, ejemplos abundan como la alcaldesa de Antofagasta (Chile) Karen Rojo, cuyo galardón sufrió serios cuestionamientos en su país por las sospechas de ser parte de un posible fraude que consiste en pagar para que le concedan el desafortunado premio.
En Colombia también se conocen casos similares uno el del alcalde de Pereira Enrique Vásquez, su sola nominación generó urticaria por no encontrar explicación a que un mandatario que ocupaba los últimos lugares en encuestas de imagen y con una administración cuestionada recibiera un reconocimiento internacional.
Entre los escándalos que envuelven al instituto mejores gobernantes, creador de los premios Maya, no solo está el presuntamente exigir una suma de dinero simulando un donativo, tampoco cuenta con un respaldo de instituciones oficiales o académicas y por el contrario han hecho uso de nombres como el de la Universidad de Salamanca de España a la que colocaban como una de las organizadoras sin serlo, lo que provocó un fuerte pronunciamiento de esa institución Ibérica.
¿Será que el alcalde de Valledupar también entregó un donativo al instituto mexicano mejores gobernantes? si en verdad lo entregó ¿ese donativo podría considerarse como una contraprestación por el premio otorgado?, porque lo que demuestra la administración municipal es que no hay razones para premios, hace pocos días el DANE presentó cifras sobre el mercado laboral correspondientes al quinto mes del 2018 y la capital del Cesar presentó la peor tasa de desempleo de la última década, entonces se podría concluir que el premio que le dieron a alcalde Augusto Ramírez es por una ciudad con un gran número de desempleados. La inseguridad es otro asunto en el que alcalde no ha mostrado liderazgo ni estrategias claras para enfrentar este gran problema que tiene acorralado a los vallenatos, en servicios públicos muchos son los sectores en los que se mantiene racionamiento en el servicio de agua, en movilidad la situación no es para nada alentadora y en materia de transparencia los convenios con los que se suscriben sospechosos contratos como el de cultura ciudadana y la familia es lo primero se convierten en discursos, planillas y papeleo que se van a la basura y no contribuyen a mejorar la calidad de vida en este municipio, además porque los resultados de estos programas simplemente no son medibles.
Otro punto llamativo es que para otorgar el premio Maya se realiza un proceso de investigación en el que se determina si existen procesos penales contra el nominado y en el caso del alcalde de Valledupar se le adelanta un proceso penal por corrupción al sufragante e invasión de tierras y edificaciones, lo que hace más enigmático dicho premio para este caso en particular.