Lo que viene para el Centro Histórico de Valledupar no es poco. Le vienen muchas cosas, como dijimos el pasado 4 de octubre, después de su inauguración engalanada con la feria de emprendimiento. Le falta gente, seguridad, movilidad, instituciones, eventos, restaurantes, bares, hoteles, almacenes, escenarios culturales, viviendas, sostenibilidad económica, amor y mantenimiento.
El mejor indicador del centro es que se prefiera ir a caminar sus andenes y no el moderno centro comercial. Eso es lo que pasa en las grandes ciudades. Aquí lo vemos en una ciudad internacional como Cartagena, estimulado porque es sitio de atractivo universal. Pero no hay que ir a más. En muchas no tan conocidas con un lugar antiguo, en diferentes continentes, así sucede.
En el Centro Histórico de Valledupar, la constitución de la Junta Local de Patrimonio representa un importante avance institucional: un ente gestor de la aplicación de la norma y tradición urbana, lo que se denomina “la curaduría patrimonial”.
Por supuesto, es necesaria la actualización del Plan de Manejo, conocido como PEMP. Y agregarle la agilización de los permisos para hacer intervenciones o construcciones, que están en manos del Ministerio de Cultura en Bogotá.
El sector privado tiene una gran tarea por desarrollar, empezando por los particulares que tienen la responsabilidad de mantener, restaurar o recuperar las 68 casas y edificaciones que se determinaron en el PEMP alrededor de las 24 manzanas principales. Luego se ajustó el número de manzanas para completar 39.
Un elemento que socava ese propósito es que hay comunidades de muchos propietarios, por amplias ramas familiares y derechos sucesorales, que dificultan ponerse de acuerdo en qué hacer con los bienes. No contribuyen tampoco los tributos del municipio, y que los trámites de construcción sean engorrosos, lo que conduce a la inacción o a la ilegalidad.
Se deben administrar las vías peatonales, con el personal necesario y cadenas, o instrumentos de control, para que la calle 15 y la carrera sexta sean efectivamente peatonales en los trayectos previstos. También el tránsito de carros y motos debe ser adecuado y proporcional.
No nos vamos a extender en la seguridad, necesaria para cualquier actividad en el sector.
No es poca la responsabilidad de Emdupar, con respecto al manejo de las redes húmedas y el aseo. Empezaron las quejas y queda aún sin saberse hasta qué punto hay fallas en el diseño y construcción de las redes; también está el mantenimiento y limpieza de las mismas, o prácticas ciudadanas de mal uso y conexiones inadecuadas e ilegales.
De otro lado, recordamos: las pólizas de estabilidad de las obras deben estar vigentes un tiempo mayor al de la terminación de las obras.
Se debe promover ‘vivir en el centro’, ofrecer opciones de vivienda para diferentes sectores sociales, y oportunidades de trabajos, no solo culturales y turísticos. El centro debe ser autosostenible.
El actual alcalde Mello Castro podría disminuir la importancia funcional de la sede municipal, según los anuncios de construcción de otra sede. Aunque no ha iniciado obras en el centro, la actual administración debe recuperar por lo menos dos centros de manzana.