Algunos estudios científicos sugieren que las personas están programadas para desear el azúcar de manera instintiva, dado su carácter vital en la supervivencia. Sin embargo, el consumo que se hace de la mismo y la procedencia de esta en los alimentos debe ser algo de atención, pues con un consumo excesivo e inconveniente de la misma se pueden ocasionar daños en el organismo.
Para Daniel Barriga, médico internista, si bien es cierto que el ser humano debe consumir azúcar en forma de glucosa, lo ideal es que provenga de la digestión de carbohidratos complejos, y grasas buenas que se encuentran en los frutos secos, las semillas, el aguacate, entre otros.
Según el especialista hay que tener cuidado con el consumo porque el efecto que tiene el azúcar a nivel cerebral puede generar una dependencia muy fuerte. Con el incremento de la ingesta de azúcar, asegura Barriga que se hace más difícil perder grasa, existe un deseo constante de comer carbohidratos, aumenta la presión arterial y hay resistencia a la insulina. Por esto, el consumo de azúcar contribuye a que se desarrollen algunas afectaciones para la salud como exceso de peso y obesidad, envejecimiento prematuro, menor absorción de calcio y de magnesio, diabetes, caries dentales, fatiga, disminución de energía, enfermedades cardíacas y osteoporosis.
Igualmente hay un déficit de vitamina B, indispensable para la metabolización de los hidratos y aprovechamiento de los nutrientes, puesto que al ingerir azúcar se utiliza gran cantidad de esta vitamina y provoca que los demás alimentos consumidos no tengan el metabolismo y la absorción requeridos.Para evitar este tipo de problemas, el profesional de la salud recomienda consumir productos naturales, disminuir la ingesta de harinas, evitar azúcares en las comidas, moderar el consumo de algunos alimentos como la miel, evitar bebidas azucaradas que la contienen en grandes proporciones y en cuanto a los jugos, ya que contienen azúcar concentrada de la frutas es preferible comer una porción adecuada por la mañana ya que la fibra de la misma modera el efecto de la fructuosa. Igualmente sugiere un consumo moderado que aporte los niveles adecuados de azúcar.
Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
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