Primer tema: La filosofía de la religión. Para él, Dios es un postulado de la razón práctica y sólo un ideal de la razón teórica. Para Kant Dios no es un sujeto gnoseológico. Como su propuesta filosófica es de orden moral, llega a un concepto de Dios como legislador.
En su obra ‘Dentro de los Límites de la Mera Razón’, distingue entre una religión pura, con sólo contenidos racionales, que nos manda seguir una conducta recta guiados por el imperativo categórico, y una religión histórica, que, según él, junto con elementos racionales mezcla otros no racionales, que pueden convertirse en supersticiosos.
Identifica la religión revelada con la histórica y dice que ésta es como una preparación a la religión pura. Sostiene que hay un solo Dios, y por lo tanto una sola religión, que es la religión racional. Dentro de ésta pureza racionalista, concibe a Cristo sobre todo como la personificación de la ley moral.
Dice que en el hombre hay una inclinación hacia el mal, pero también hacia el bien; que la narración bíblica del pecado original es un símbolo del mal; que para pasar del mal al bien hay que convertirse radicalmente y alcanzar la pureza moral en las intenciones. Cree en la necesidad de un Redentor, que personifica en Jesucristo. Indudablemente, ésta es una interesante reflexión hecha por un pensador no propiamente religioso.
Segundo tema: filosofía del derecho. Al respecto, su obra importante es Metafísica de las Costumbres, donde distingue entre derecho como un obrar externo y moral, como un obrar interno.
El estado de derecho lo encuentra solo en el seno de la sociedad civil, etapa posterior al estado de naturaleza, que concibe no como histórico sino como hipótesis metodológica, a diferencia de Rousseau, no obstante la notoria influencia de éste sobre aquél. Considera que en el estado de naturaleza ya hay una cierta forma de sociedad, pero el paso a la sociedad civil implica una mayor seguridad jurídica.
Agrega una teoría de un orden jurídico universal en su escrito denominado Proyecto de Paz Perpetua, en el que propone una república mundial regida por leyes universales. ¿Será que en Kant resuena la República de Platón y la Política de Aristóteles?
Tercer tema: filosofía de la historia. Para él la historia es un proceso común hacia el progreso. Al respecto, coincide con los filósofos de la ilustración. En esta línea de pensamientos a ratos entrevé un plan racional de la naturaleza -posiblemente guiado por la providencia- donde aparece que el factor decisivo es la propia intencionalidad de la naturaleza más que la libertad humana. Piensa que el fin último de la historia es el hombre mismo, no tomado individualmente sino en cuanto especie racional. Este es su sello humanista.
Al final de su obra, Opus Postumum, Kant no tiene inconvenientes en hablar de Dios como trascendente al hombre, sin embargo tiene otros pasajes en los que presenta a Dios inmanente con la ley moral.
En esta obra quiso lograr una sistematización universal de su pensamiento, lo que sí logró posteriormente su paisano Hegel. No se puede desconocer que Kant indaga sobre las cuestiones más importantes de la existencia humana, lo que ha venido a constituir una referencia insoslayable para el pensamiento filosófico posterior.
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Por Rodrigo López Barros