Y ADEMAS…
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
En mis comentarios sobre la campaña `presidencial en la primera vuelta trate de ser lo más imparcial y objetivo con todos los candidatos, con el propósito de no desorientar a la opinión publica, cosa que no ocurrió con algunos columnistas y con las firmas encuestadoras de las cuales guardamos un pésimo recuerdo.
Ahora que entramos a la segunda vuelta y con solo dos candidatos es necesario, ahora si que cantemos públicamente nuestro voto. Votaré por Juan Manuel Santos, que con seguridad y con el apoyo de todos los colombianos será el próximo Presidente de Colombia. Muchas razones explican esta realidad: su forma de entender y hacer la política, su programa de gobierno, serio, concreto y viable, y finalmente su equipo de trabajo. Estas tres razones llevan a una conclusión inexorable: Juan Manuel Santos será nuestro próximo presidente
Juan Manuel hace y entiende la política de manera distinta, a buscado rodearse de gente preparada y recta (sin embargo le aconsejo que se cuide de personajes como Roy Barrera y Uribito, usted sabe porque se lo digo). Juan Manuel al igual que Vargas Lleras y Pardo fue uno de los pocos candidatos que presentó un programa de gobierno completo, identificando las prioridades de su gobierno, es en sí un Plan de Desarrollo, de un hondo contenido social. La seguridad, la educación y la generación de empleo, entre otros, son sus temas prioritarios. En esencia se puede afirmar que Santos esta bien posicionado en lo programático.
Finalmente, cuenta con un gran equipo de trabajo. Una de sus grandes virtudes es saberse rodear, su equipo de campaña a nivel nacional es serio y trabaja unido (todo lo contrario de lo que está sucediendo en el Cesar, donde todo es egoísmo y peleas). Además hay algunos personajes en Valledupar cuyo fin es ser aliado de Santos para perseguir un beneficio personal. Lastima que esto suceda en nuestro pueblo.
¿Por qué debe ganar Santos? , porque es un hombre abierto y receptivo que entiende y ejerce la política sin sectarismos. Porque ha demostrado independencia para adoptar posiciones que benefician al país por encima de grupos y partidos, por eso lo primero que hizo fue un llamado a la Unidad Democrática Nacional. Porque tiene la autoridad moral y la decisión necesaria para combatir la corrupción. Porque como ministro fue firme y sereno en el manejo de situaciones de crisis. Porque es un hombre con ideas renovadoras. En fin, porque él, Juan Manuel, quiere para Colombia lo que la mayoría de los colombianos. Por eso votaré por el. Así de sencillo.
Y DE MOCKUS QUE?
Tuvo su cuarto de hora y lo desaprovechó. El bajón que sufrió se debió a diferentes factores, factores que inclusive han sido analizados por sus propios electores, por columnistas de este diario que se desilusionaron de él, por tantas equivocaciones, tantos errores de apreciación, su ingenuidad, sus repetidos desaciertos en los debates televisivos, – en fin- por muchas otras cosas entre otras, porque pienso que los hombres de Estado deben ser serios, aplomados y meticulosos en su conducta. Además, como la mujer del Cesar no sólo deben si no que tienen que parecer austeros. La responsabilidad del mando impone un hábito de equilibrio, lejos de estridencias, de chabacanería, de charlatanería excesivas todas equivocadas o de exhibicionismos ridiculizantes, como lo hizo en alguna oportunidad y ahora le están pasando la cuenta de cobro. Tal vez su origen, mas extranjero que colombiano lo ha llevado a un folclorismo de hippy, con su barba desaliñada y sus cabellos en desorden, volcada sobre su frente como si fuera un jugador de mundial de futbol. En el todo es exótico.
Su nombre tiene parentesco con un artefacto del diccionario de las comunicaciones, su apellido rememora cierto excremento pegajoso del cuerpo humano. Pero más su conducta. Utilizando novedosos desplantes de comedia, supo llegarle en su oportunidad a los electores cosa que no se va a repetir en la segunda vuelta. Su vocabulario lamentable. Confuso para fabricar frases sin sentido, indeciso en la escogencia de los términos, torpe en sus intervenciones, se nota que el castellano no es su idioma. Sus gestos insólitos, sus aptitudes de ingenuas picarescas, desconcertaron y crearon en torno suyo muchos interrogantes. Su buena disposición para el teatro cómico, lo señalan más para ser candidato a la presidencia de la república, para la maestría en tablados baratos, en medio de micos y culebras, encaramados sobre camellos hambrientos, vitoreado por trapecistas de su propia comparsa. Por todo esto mi voto no es para Mockus.
POSDATA: que se olviden algunos vallenatos lambones que Santos les va a parar bolas. Me dio risa ver tantos personajes en las fotos de prensa tratando y peleando por estar a su lado en su ultima visita. Pocos serán los que podrán manosearlo, este no es igual a Samper. Así que no sean tan ingenuos.