Por: Nuris Pardo
Por sus obras los conoceréis, dice el texto bíblico, con esto quiero señalar los diferentes acontecimientos que se han venido dando con el transcurrir del tiempo en nuestro amado Municipio de Valledupar. Iniciaremos con los integrantes de las últimas Corporaciones edilicias, llámese Concejos Municipales, algunos de ellos serán recordados por sus ejecutorias en calidad de coadministradores de nuestro ente territorial, más exactamente con la utilización de unas de sus potestades administrativas que Constitucional y Legalmente se hacen acreedores, tal como son las autorizaciones concedidas a cada Burgomaestre de turno, ejemplo de ello, la autorización concedida para la contratación a través del sistema leasing, para la construcción del Parque Lineal de Hurtado, obra esta que con el transcurrir del tiempo la misma naturaleza se ha encargado de develar la falta de planeación sobre la misma, con el consabido detrimento patrimonial manifestado por los entes de control; así mismo, la autorización del famoso empréstito de los Treinta y Seis Mil Millones de Pesos, comprometiendo una parte de los Recursos del Sistema General de Participación del sector de Agua Potable y saneamiento Básico, creando falsas expectativas a la gente con dicha inversión, cuando era sabido que ello no era suficiente por el deterioro en que se encontraba la empresa, tanto técnico, como administrativo y financiero, por la falta de una planificación adecuada, y el tiempo se ha encargado de demostrarlo, pues la problemática del servicio se ha agudizado y según las declaraciones del gerente, se necesitan varios billones de pesos para dar solución a los inconvenientes de redes y normalización del servicio de agua potable, quedando los recursos de dicho empréstito como un pañito de agua tibia frente a las necesidades reales de la empresa.
Todo lo anterior, obviamente regido por los directores de la orquesta, es decir, los Alcaldes de turno, donde estos últimos en cada período de gobierno traen sus consecuencias nefastas para el Municipio, no siendo la excepción la actual administración, muy a pesar de que con bombos y platillos, este último fue designado en una encuesta como el mejor alcalde del país, con todo los inconvenientes que hoy atraviesa este ente territorial. Señalamos que esta administración, pasará a la historia por ingresar al Municipio a la tenebrosa Ley 550, con todas y cada una de las implicaciones que esta trae, sin que la gran mayoría de los habitantes alcancemos a dimensionarlas, es así que lo que resta de tiempo de la actual administración estará en período de gracia para iniciar los pagos de las acreencias infladas que según el alcalde tiene actualmente el municipio, por lo que son las administraciones futuras quienes van a soportar el peso y las reales consecuencias de la mencionada Ley, tal como lo enuncia en las conclusiones hechas en este augusto periódico por el Dr. Leovedis Martínez Durán, “donde los recursos del Municipio quedan sujetos a lo acordado y las posibilidades de inversión se reducen dramáticamente, quedando sujeta la entidad territorial a una especie de coadministración del Ministerio de Hacienda…” y de paso aplicando la política, del “que venga atrás que arreé”, habida cuenta que paradójicamente con un Municipio quebrado y con la olla raspada como dicen, se suscriban contratos millonarios para “un estudio Socioeconómico de la ciudad”, que ya había sido realizado en la administración anterior y por un menor costo.
Adicionalmente, el haber bajado el Municipio de categoría de la primera a la Tercera, nos indica que la actual administración no cumplió con el envío al Ministerio de Hacienda antes del 31 de octubre del año en curso del decreto con la categorización del Municipio que realmente le correspondía para el próximo año, tal como lo consagra la norma, que debería ser la segunda pues la misma ley establece que no deben bajar dos categorías entre un periodo y otro como ocurrió, pues cuando el alcalde omite expedir el decreto dentro del término establecido la categoría es fijada por el Contador General de la Nación tal como sucedió.
Nuris Pardo Conrado
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