“Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta”. Esa parece ser la máxima que aplican algunas de las familias que recibieron casas gratis en las urbanizaciones ‘Nando Marín’ y ‘Lorenzo Morales’ en Valledupar, una situación que no es ajena a otros municipios cesarenses que también entregaron viviendas.
La oportunidad de tener una vida digna en una vivienda que ofrece mejores condiciones, parece que no es tan atractiva para algunos beneficiarios del programa de viviendas gratis del Gobierno Nacional, que en todo el Cesar trata de resolver el problema de techo a muchas familias que vivían o viven en condiciones vulnerables.
En el caso de Valledupar donde más de tres mil familias son hoy nuevos propietarios, muchos han optado por regresar a sus casas viejas y arrendar la nueva, gran error porque en una cláusula del acta de entrega quedó claro que si no las habitan se les quitará la vivienda y perderán automáticamente el subsidio que otorga el Estado.
Preocupa que esto suceda, porque se vuelve a caer en el círculo vicioso que durante años gobernó a Valledupar y que dejó como resultado más de cinco grandes urbanizaciones (Mareigua y Populandia, por ejemplo) que se construyeron para erradicar los barrios de invasiones de la margen derecha del Guatapurí y evitar que siguiera la consolidación de invasiones.
Si bien es cierto que el cambio de ir a vivir en un edificio era poco fácil, porque la convivencia se vuelve más estrecha con el vecino, debió preverse un acompañamiento a más largo plazo. EL PILÓN ha conocido detalladamente los percances, las peleas y discordias que se registran en las torres de las urbanizaciones, especialmente en las de ‘Nando Marín’, donde se rumora incluso que hay guerra de pandillas.
A Fonvisocial en Valledupar y a las alcaldías de los municipios cesarenses beneficiados con el programa de viviendas gratis, debe importarle más el tema de convivencia y paz, sobre todo porque un gran porcentaje de familias son desplazadas por la violencia, y requieren mayor acompañamiento. Hay que ayudar a los habitantes de las casas gratis a mejorar la convivencia y que sean ellos mismos los que ayuden a depurar los beneficiarios avivatos que se hicieron acreedores de una casa gratis, para después lucrarse de ella, cuando existen otras familias que realmente si las necesitan.
‘Nando Marín’, ‘Lorenzo Morales’ y las que vienen, necesitan un mejor plan de acompañamiento, y se debe pensar no solo en el apartamento sino en algo más integral: puestos de salud, un CAI de la Policía, oficinas con la oferta institucional del Estado. Así se garantizará que estas urbanizaciones gratis no se conviertan en epicentros de “guerras internas”, que avivan la violencia de la cual muchos huyeron.