Este es el título del libro escrito por el psicólogo social estadounidense, John A. Bargh, Ph.D., y que es el resultado de su labor investigativa divulgada en más de 190 publicaciones científicas. Suficientes para que en el 2014 le confirieran el Distinguished Scientific Contribution Award, de la American Association of Psychology.
Actualmente es profesor de Psicología en la Universidad de Yale y director del laboratorio ACME (Automaticidad en Conocimiento, Motivación y Evaluación). ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Es su primer libro para lectura de los profanos en psicología.
La inquietud de Bargh se centra en la automaticidad y el procesamiento inconsciente como un método para comprender mejor el comportamiento social, así como temas filosóficos como el libre albedrío. En consecuencia, gran parte de su investigación corrobora la influencia de los estímulos ambientales sobre la percepción y el comportamiento de la humanidad, la activación automática, los efectos del cerebro consciente e inconsciente, los efectos psicológicos de los estímulos fisiológicos y la cognición implícita.
Sobre este libro, John Gottman, otro psicólogo investigador reconocido mundialmente por los múltiples libros que ha publicado sobre el amor y la convivencia conyugal dijo: «El libro de psicología más emocionante y transcendental que se ha escrito en los últimos 20 años». Yo lo estoy leyendo y releyendo porque no es de fácil entendimiento; sin embargo, su lectura me genera una fruición incomparable porque muchas de sus enseñanzas ya las conozco, y lo más agradable para mí es que en el transcurso de mi vida, considero que mi cerebro o mente, en cuanto a lo inconsciente y lo consciente, ha mantenido un equilibrio extraordinario, ya que, en mi comportamiento, modestia aparte, ha prevalecido lo bueno sobre lo malo.
Si bien es cierto que la educación formal es un factor determinante para la actuación de la humanidad, tal educación no siempre se canaliza hacia las buenas acciones, pues muchas personas educadas en los mejores centros del conocimiento actúan de manera malévola; es decir, la educación no es necesaria, esto lo comprueba la conducta de los niños de la primera infancia (entre 0 y 5 años), que cuando hacen pilatunas inculpan a los hermanitos menores ante el llamado de atención de sus padres, en esta inculpación o disculpa actúa el inconsciente porque en esta edad el cerebro o mente no es consciente de nada. La capacidad de consciencia se adquiere después de los 5 años y es perfeccionada con la educación y formación, pero el inconsciente permanece y continúa funcionando.
Recomiendo la lectura de este libro y, reitero, aunque es de difícil comprensión para los legos de su tema, es entendible hasta para aquellos de mediana educación y autodidactas. Este libro es una profunda introducción a lo que existe alrededor de la consciencia humana. Un libro revelador de los procesos mentales ocultos que gobiernan, en secreto, muchos aspectos de la conducta de la humanidad.
PD: Lamento el retiro de la periodista y escritora, Mary Daza, como columnista de EL PILÓN. De ella aprendí mucho y muchos extrañaremos su ausencia respetando su decisión. Nos queda el disfrute de sus próximos libros.