“Y allá abajo están peleando lo que yo dejé”, frase célebre, lapidaria y premonitoria que se conoce desde los confines del tiempo que hizo popular en nuestros días Calixto Ochoa con su canción ‘La Plata’, que también grabó Diomedes Díaz, presagiando ‘El Cacique’ que esta pelea se presentaría con su familia, tras su fallecimiento y así sucedió.
Los malos manejos de sus bienes por parte de él y su entorno, su indisciplina, su vida licenciosa y en concubinato y presunto testaferrato a terceros, trajeron como consecuencia demandas a sus regalías por ejecución pública de 183 canciones, que suenan diariamente dentro y fuera del país y por sus discos que se venden más hoy que antes como pan caliente, estas acciones judiciales fueron impetradas por inasistencia alimentaria por 28 hijos y 11 mujeres.
Estas mismas personas le están peleando a José Zequeda, su ex manager, la finca Las Nubes, un terreno de 200 hectáreas, ubicada en la legendaria región de Badillo. Zequeda aduce que la compró a su ex patrón y posee los respectivos documentos, ante lo cual la innumerable prole del Cacique le argumenta que solo fue un traspaso para liberarla de un presunto embargo.
Es legal, legítimo, que los incontables herederos de Diomedes Díaz reclamen lo que creen que es suyo por derecho, también es válido que José Zequeda esgrima sus argumentos para defender lo que dice adquirió legalmente, lo feo de esto es que hayan convertido este hecho, que solo interesa ellos, en un circo, en un tinglado, ventilando el problema a través de los medios de comunicación de la nación como si este fuera un problema de Estado, o si la decisión que deben tomar los jueces perjudica o beneficia a todo el pueblo colombiano.
Es deprimente el espectáculo que están dando, no sé qué motivo o razón hay para hacer público este conflicto, repito, que solo les interesa a ellos, que triste ver, quitar y lanzarse bancas, cerrar candados y abrirlos a punta de bala, lanzar las pertenecías del difunto al patio de Las Nubes, hacer ruedas de prensa en predios del terreno en litigio ¿con qué intención? Averígüelo Vargas, pero no es sano.
Sin ser erudito en materia jurídica, estos hechos deben dirimirse ante los estrados judiciales, son los jueces quienes deben dar su veredicto y no la prensa, ante todo la sensacionalista o amarillista que aprovecha esta oportunidad para hacer de esta pelea programada una comilona suculenta y despedazarlos a dentelleadas.
Le pedimos a ambas partes que lleven el caso con mesura, cordura, que lo manejen en la más completa privacidad para bien de la imagen y cultura de nuestra región y del más grande cantautor que ha tenido la música vallenata, Diomedes Díaz. La repartición de sus escasos bienes no puede convertirse en pista de competencia, de la cual podrían haber malogrados.
No nos vuelvan a recordar un estribillo de una vieja canción mejicana, del no menos recordado José Alfredo Jiménez: “Tu y las nubes, me vuelven loco”.